El volcán Krasheninnikov, ubicado en la remota península de Kamchatka, en el extremo oriente de Rusia, entró en erupción este domingo 3 de agosto, marcando un evento histórico, ya que llevaba inactivo desde el año 1550, según datos del Programa de Vulcanismo Global del Instituto Smithsoniano.
La reactivación del volcán, que forma parte del cinturón volcánico oriental y cuenta con una estructura de conos fusionados de nueve kilómetros de diámetro, se dio apenas días después de que un terremoto de magnitud 8.8 sacudiera la costa rusa del Pacífico. Este potente sismo, el más fuerte desde 2011, provocó alertas de tsunami y dejó severos daños en el puerto de Severo-Kurilsk, donde una planta pesquera fue arrasada.
La erupción fue reportada a las 6:00 horas (hora local) por personal de la Reserva Natural Kronotsky, quienes observaron una columna de ceniza y la aparición de chorros de vapor y gas en las laderas del volcán. Las autoridades aseguraron que no representa un peligro inmediato para la población, ya que está rodeado por zonas deshabitadas y páramos volcánicos.
El fenómeno ocurre en una de las regiones sísmicamente más activas del planeta, donde en las últimas 24 horas se han registrado 65 temblores, incluyendo un nuevo terremoto de magnitud 6.8 a 277 km de Petropavlovsk-Kamchatski.
Esta erupción se suma a la del Kliuchevskoi, el volcán más alto de Eurasia, que también se activó recientemente en la misma zona, lo que refuerza la alerta geológica tras la actividad telúrica masiva.
Aunque la región está escasamente poblada, Kamchatka es un destino turístico conocido por sus paisajes montañosos, volcanes activos y vida silvestre, lo que ha llevado a reforzar los monitoreos para prevenir riesgos a visitantes y científicos.