Jorge Rodríguez Corona / A Puerta Cerrada
El crecimiento en la actividad de los candidatos de los dos principales partidos políticos, PRI y PAN, ha hecho que Morena vea disminuidas sus expectativas de votación de cara a las elecciones federales del 7 de junio en el estado.
Los resultados más recientes de por lo menos dos casas encuestadoras contratadas por abanderados del morenovallismo le dan al partido de Andrés Manuel López Obrador un porcentaje de votación de 11 por ciento, dos puntos porcentuales menos que hace un mes, cuando casi recién iniciadas las campañas llegaba a 13 por ciento de la preferencia de voto entre los eventuales electores.
Los estudiosos de las tendencias de votación que trabajan dentro del ‘war room’ de los candidatos panistas consideran que este descenso se debe al incremento de la actividad proselitista desplegada por el resto de los contendientes, pero principalmente de aquellos que compiten por el blanquiazul y por el tricolor.
No obstante, aún resaltan los números de ese partido, exponen que, sin posibilidades de ganar un solo distrito en Puebla, de reciente creación, se haría del tercer lugar en la jornada electoral del primer domingo de junio, con todo y la participación del PRD, que en teoría le pelea el mismo sector de los votantes… y que tiene mucho más tiempo (26 años) de presencia en la entidad.
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A quien le mandaron a decir que ya le baje de intensidad a la campaña proselitista es al presidente municipal de Izúcar de Matamoros, el perredista Manuel Madero González.
Madero ha provocado innecesarios episodios de tensión con el abanderado del PRI a la diputación federal por el distrito de Izúcar, Jorge Charbel Estefan Chidiac, por lo que ha tenido que ser llamado a modificar sus actuaciones con el objeto de que el morenovallismo pueda mantener y concretar los acuerdos cerrados con el priista.
No es que el edil de Izúcar sea al mismo tiempo candidato a diputado federal, no, pero en ocasiones se ha comportado como si lo fuera con tal de apoyar al verdadero abanderado del PRD, su hijo Manuel Madero Lezama.
Por momentos, el presidente municipal se niega a ver en su hijo un instrumento político de simulación que sólo sirva para legitimar el triunfo de Estefan, por acuerdo de ya sabe usted quiénes, y es entonces cuando se enfunda en la camiseta de candidato —sin serlo—para tratar de favorecer al perredista.
Desde el ayuntamiento que encabeza ha desplegado cierta operación política en favor de su hijo.
Ya le pidieron que pare.
Y le dijeron que recuerde cuál de los candidatos debe resultar vencedor en ese distrito.
Twitter: @jorgerdzc