Alfonso González
La desesperación por tratar de figurar en las encuestas y en el ánimo de los poblanos de cara a los comicios federales del próximo 7 de junio ya puso muy nerviosos a los candidatos de los distintos partidos políticos.
Tanto priistas como panistas están enfrascados en una guerra sin cuartel que desnuda su bestial apetito de poder.
Y es que los pronósticos sobre los resultados de la elección conocida también como “intermedia” son muy variados en algunos casos, pero muy parecidos y compatibles en otros, lo que saca de sus casillas, por supuesto, a quienes van rezagados.
Caso concreto, por ejemplo, el de Víctor Manuel Giorgana Jiménez, candidato a diputado federal del PRI por el Distrito 12 de Puebla, quien convocó ayer a una conferencia de prensa para armar un show mediático en el que el principal protagonista, desde luego, es él.
Empero, Giorgana Jiménez, quien ya se creyó el cuento de que podría ser el próximo candidato del PRI al ayuntamiento de Puebla si es que gana la elección, no sabe que desde el interior de su partido existe una campaña que empuja y busca su derrota a como dé lugar.
Así es, el fuego amigo en su contra, dicen, está tanto en la dirigencia estatal como municipal del partido tricolor.
De entrada, hay que decir que el dirigente municipal del PRI, José Chedraui Budib, es uno de los principales aspirantes al gobierno de la ciudad, es decir, su contrincante en automático.
De todos es conocido que Pepe Chedraui, el candidato al ayuntamiento de Puebla del PRI, perdón, el diputado local del PRI, es el primero que desea -de todo corazón- la derrota de Giorgana para poder eliminar, sin problema, los estorbos de su ruta.
Sabe perfectamente que si el invento político de Melquiades Morales Flores, el ex gobernador de Puebla -es decir, Víctor Giorgana-, estuviera con posibilidades de ganar la elección entrante sería una puñalada directa a los pulmones de sus aspiraciones.
Así que a Pepe Chedraui, el de aquel eslogan -“El que ama a Puebla, se ocupa de ella”-, es el principal enemigo del giorganismo.
Al amigo del presidente Enrique Peña Nieto (EPN) no le interesa lo que suceda en esta elección ni para bien ni para mal, él continúa su camino pensando cómo eliminar los obstáculos sin problema.
A ver a qué le sabe esto al Dr. Giorgana.
Mientras tanto, a Isabel Allende Cano, la dirigente estatal del PRI, no se le olvida la afrenta de su candidato Giorgana, quien junto con Alejandro Armenta Mier, abanderado del Distrito 7 de Tepeaca, despotricaron en su contra, la denostaron y trataron de derribar del mando priista por haber acaparado los primeros spots de la actual campaña.
Es por ello que al interior del PRI se dice que la dirigente sólo está en espera del momento adecuado para tomar su dulce venganza.
Y si a esto le sumamos sus aspiraciones de convertirse en la primera candidata del PRI al gobierno del estado, las cosas se ponen color de hormiga para Giorgana y otros priistas que tienen el mismo objetivo, ya sea para el gobierno municipal o el estatal.
Está claro que la intención directa de Víctor Manuel Giorgana es colgarse de la delantera que lleva Ángel Trauwitz Echeguren, candidato del PAN, en la carrera por la diputación del Distrito 12 de Puebla, capital.
Es natural, el candidato rezagado le pega al puntero para tratar de colgarse de su arrastre.
Y lo mismo sucede en otros distritos donde los priistas, y uno que otro panista, se están quedando ya muy detrás del abanderado que ganará la elección, tal como lo perfilan las últimas encuestas.
Eso sí, en la capital, aunque en algunos distritos con un marcador muy cerrado, los panistas, hasta el día de hoy, se perfilan como los favoritos.
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