A seis meses de haber iniciado su administración, el gobernador de Puebla, Alejandro Armenta Mier, admitió que su gestión ha tenido que hacer frente al rezago que se acumuló en la entidad, debido a la inestabilidad política que prevaleció durante casi ocho años.
Durante una reunión celebrada con dueños y directivos de los principales medios de comunicación de la entidad, el mandatario estatal se sinceró y señaló que sin ser crítica para nadie, Puebla se rezagó frente a otras entidades, debido a las “tragedias” que enfrentó con la muerte de dos gobernadores y los diferentes interinatos que se sucedieron.
“No es justificación, pero es cierto que Puebla se rezagó, no puedo cuantificarles, pero cada uno de ustedes sabe perfectamente cómo esto tuvo un impacto en el crecimiento de la entidad y en temas como el de seguridad, la gobernabilidad y los diferentes servicios”, apuntó el mandatario.
Armenta reconoció, por ejemplo, que en Puebla sí hay presencia del crimen organizado, mismo que se está atacando de manera directa y al cual, dijo, “se le está conteniendo”, pero admitió que no es un tema fácil.
Señaló que en los primeros seis meses de su administración, el índice delictivo bajó, más que en los últimos cinco años, de acuerdo con datos del Sistema Nacional de Seguridad Pública y de la Fiscalía de Puebla, mismos que se cruzan para comprobar su veracidad; sin embargo, reconoció que en términos de percepción, la ciudadanía aún no lo percibe, por lo que, dijo, deben mejorar su manera de comunicar ante la sociedad.
“Un gobernador debe decir de qué lado va a estar, si va a estar del lado de los ciudadanos o va a estar del lado de los delincuentes, y yo estoy del lado de los ciudadanos, mi deber es cuidarlos y responder por sus familias, y en eso estoy”, destacó.
Sin tapujos, el mandatario estatal señaló que la designación del vicealmirante Francisco Sánchez como secretario de Seguridad Pública de Puebla fue una decisión directa de la presidenta Claudia Sheinbaum y del secretario de Seguridad federal, Omar García Harfuch.
“Yo lo que hice fue decirle a la presidenta que me ayudara a designar al secretario de Seguridad, para que este no tuviera ninguna relación conmigo y no pudieran señalarme de tener nexos con alguien involucrado con el crimen organizado, y si así fuera, pues que él mismo diera parte a las autoridades. Yo no tengo nada que esconder, por eso no quise nombrar a un civil o a alguien que pudieran decir que yo conozco para que me proteja las espaldas. Si yo tuviera algo que esconder, el propio vicealmirante le daría cuenta a la presidenta y a las autoridades, por eso está conmigo y nos guardamos respeto y aprecio”, apuntó.
Sentenció también que él no viene a meter a cárcel a nadie, ni a perseguir a nadie, solo viene a hacer respetar el Estado de derecho, pero que no tiene ninguna consigna en contra de nadie.
Sobre el actuar de los presidentes municipales en funciones, se dijo respetuoso de su actuar; sin embargo, acotó que serán sus propios gobernados quienes los juzguen y los califiquen en su debido momento.
“Ya viene el 2027 y muchos de ellos van a querer la reelección; entonces, ahí se verá quiénes de ellos son bien calificados por la gente y quiénes no. Yo siempre les digo, yo no estoy decepcionado. Quienes se van a decepcionar de ustedes son sus pueblos”, señaló.
Alejandro Armenta también habló sobre el tema de las grandes obras y dijo no tener nada en contra del trabajo de los exmandatarios, ni tampoco en contra de las grandes obras. Es más, adelantó que él también hará trabajos grandes y de impacto importante para Puebla, pero lo que cuestionó es la forma en que se hicieron estos trabajos.
“El Museo Barroco es una gran obra, yo no tengo nada en contra del Barroco. Es más, si pudiera yo también construiría un Barroco, pero lo que sí cuestiono es la forma en que se endeudó a Puebla y lo que querían que se siguiera pagando de aquí hasta el 2050. Nos ahorramos más de 8 mil millones de pesos”, objetó.
Este ahorro, expuso, se irá para duplicar los recursos del programa de obra comunitaria, para apoyos directos a productores del campo, para explotar productos como el café y la marca 5 de Mayo, para equipamiento a hospitales y fortalecer las cadenas productivas de la entidad.
“Soy un gobernador que no descansa y me canso porque amo lo que me gusta hacer, me agoto, pero no me canso. Estoy comprometido con la bioética y los principios de la 4T. Mi compromiso es que haya una mejor redistribución de la riqueza en Puebla y mejores oportunidades para todos”, concluyó.