Un equipo internacional de astrónomos observó una estrella que sobrevivió no sólo a uno, sino a dos encuentros con un agujero negro supermasivo, lo que desafía la creencia sostenida durante mucho tiempo de que una estrella no podía escapar una vez que era capturada por un agujero negro.
Se cree que una vez cada 10.000 a 100.000 años, una estrella pasará muy cerca del agujero negro supermasivo en el centro de su galaxia y será desgarrada en un violento evento llamado disrupción de marea. El agujero negro engulle parte de la estrella y lanza el resto al espacio, lo que crea una llamarada brillante.
La llamarada de la estrella desafortunada puede “encender” el agujero negro de unas semanas a unos meses, lo que ofrece a los astrónomos una breve oportunidad para estudiar sus propiedades.
En el más reciente estudio, el equipo, dirigido por investigadores de la Universidad Tel Aviv, observó dos llamaradas casi idénticas desde la misma ubicación, con dos años de diferencia. Los resultados fueron publicados en el número de julio de Astrophysical Journal Letters.
El estudio sugiere que la estrella “AT 2022dbl” sólo quedó parcialmente destruida durante el primer encuentro y regresó una vez más, lo que desafía lo que los científicos pensaban que sabían.
Los investigadores dijeron que las llamaradas son, por lo tanto, más un “tentempié” para el agujero negro supermasivo. El agujero negro da un mordisco a la estrella en al menos dos encuentros, en lugar de devorarla en una sola “comida”.
El equipo está esperando actualmente para ver si observarán una tercera llamarada luego de más de dos años, a inicios de 2026. También indicaron que, si se registra una tercera llamarada, los astrónomos reescribirán la interpretación de las llamaradas y lo que pueden decir sobre los agujeros negros.