“Fue la tormenta perfecta”, es la frase con la que Laura Artemisa García Chávez, la presidenta del Congreso local, explicó por qué a la Ley de la Ciberseguridad, o también conocida como Ley contra el Ciberasedio, le ha llovido múltiples cuestionamientos, sobre todo en el ámbito nacional, en donde se consideró que es una norma que se diseñó para perseguir a periodistas o críticos del gobierno. El problema de fondo es que el mismo día que se promulgaba la nueva legislación, en Campeche se vinculaba a un proceso penal a un periodista que ha sido acusado de generar mensajes de odio contra la gobernadora Layda Sansores. Entonces muchos interpretaron que ambos hechos eran parte de los mismo, de un afán de perseguir voces críticas.
La noche del martes, la líder legislativa se sometió a un largo y profundo escrutinio de directores y propietarios de medios de comunicación.
La cita fue uno de los enormes salones de la nueva sede del Congreso del estado y la diputada, surgida de las filas magisteriales, dejó que la bombardearan con todo tipo de preguntas que fueron desde el halago hasta las dudas, los cuestionamientos y posiciones de incredulidad frente a la polémica Ley de la Ciberseguridad que fue aprobada el jueves pasado.
De principio a fin, García Chávez insistió, remarcó, asentó de manera enfática: “la ley no tiene dedicatoria para nadie”. Y mucho menos atenta contra el ejercicio del periodismo, hacia los críticos de los gobernantes o menoscaba el derecho constitucional de la libertad de expresión.
Incluso dejó entrever un mensaje para la clase política local: los personajes públicos “debemos tener la piel gruesa y entender que estamos bajo el escrutinio de la opinión pública”.
Más allá de explicar los contenidos, los alcances y las lagunas que contiene la ley, Laura Artemisa García Chávez se acabó revelando como una buena legisladora, con sentido crítico, tolerancia y mucha capacidad de diálogo. Algo que en los últimos seis años le ha faltado a la 4T en Puebla.
Desde 2018 –fecha en que por primera vez la 4T ganó el dominio en el Congreso local– y en los siguientes seis años, los diputados de Morena y sus aliados tomaron una actitud arrogante, autoritaria, de cerrarse al diálogo, al disenso y la crítica. Simplemente, los legisladores morenistas ejercieron su mayoría aplastante, sin tomar en cuenta la más mínima voz disonante.
Laura Artemisa García Chávez se mostró este lunes en una visión radicalmente diferente a los diputados de la 4T de los últimos seis años.
Una de las primeras preguntas que le hicieron en dicho encuentro fue: ¿qué garantías tenemos los periodistas frente a esta nueva ley?
La legisladora dio una larga exposición. La Ley de Ciberseguridad en nada contraviene las declaraciones y tratados internacionales de derechos humanos y civiles; mucho menos al artículo 6 de la Constitución que establece la garantía de la libertad de expresión o la reglamentación del derecho de réplica; sobre todo, a la Ley para la Protección de las Personas Defensoras de los Derechos Humanos y Periodistas. Ni mucho menos los criterios y jurisprudencias que ha emitido la Suprema Corte de Justicia de la Nación para defender la libertad de expresión.
“Pero, si hace falta”, se hará un articulado especial para dejar claro que el delito de ciberasedio –que es el concepto que está en “el ojo del huracán”– no se aplica en contenidos de medios de comunicación, en críticos del poder político y en movimientos sociales, prometió la legisladora.
Explicó, desde su óptica de profesora: en el ámbito educativo son frecuentes las quejas de padres porque sus hijos son víctimas de acoso, de agresiones en el ciberespacio, que en ocasiones los lleva al suicidio. Y nunca se ha tenido un instrumento legal para frenar esa violencia.
El delito de ciberasedio se creó para la defensa de las personas “común y corrientes” que utilizando las tecnologías de la información sufren insultos, injurias, ofensas y vejaciones de otra persona con insistencia reiterada o prolongada con la intención de causar daño. Fuera de ese aspecto, insistió hasta el cansancio García Chávez, no hay otra finalidad.
Otra exposición fue: de nada ha servido la Policía Cibernética, pues no había un marco legal para que pudiera intervenir en casos de asedio. No había ninguna figura delictiva que denunciar. Ahora ya la hay al crearse el ilícito de ciberasedio.
Pero así como defendió el alcance de la ley, la líder parlamentaria reconoció que hay circunstancias que se deben escuchar y resolver por parte de los diputados. Ella misma ejemplificó: una mujer que usa las redes sociales para denunciar violencia de género podría ser acusada de ciberasedio.
Una periodista intervino y observó que eso mismo puede pasar con los activistas sociales que, al denunciar casos de injusticia o abusos de empresas, puedan acabar siendo acusados de generar asedio en las redes sociales. Luego de escucharla, Artemisa García dijo que tomaba nota de ese aspecto.
Al final quedaron claras dos cosas: Laura Artemisa García Chávez se ha sabido mostrar como una buena “cortafuegos” de la 4T.
Y en segundo lugar, el consenso entre muchos periodistas que asistieron a la cena fue: esa explicación tenía que haberse dado antes de la aprobación de la ley, no después de “la tormenta perfecta”.