El cantante español Alejandro Sanz se encuentra en medio de una fuerte polémica luego de que Ivet Playà, una fan de 26 años, lo acusara de manipulación emocional, abuso de poder y conductas que calificó como “inhumanas”. La joven difundió un video en redes sociales donde relata que, desde los 18 años, mantuvo un vínculo íntimo y profesional con el artista, que terminó dejándola emocionalmente afectada.
Playà aseguró que conoció a Sanz cuando aún era menor de edad, y que a los 18 dejó su ciudad para seguirlo. Afirmó que incluso trabajó con él, pero que durante ese tiempo se sintió “usada y manipulada”. En el video viral, Ivet expone que la diferencia de edad (más de 30 años) fue un factor determinante para que él ejerciera una posición de poder sobre ella.
Ante estas acusaciones, Alejandro Sanz rompió el silencio a través de sus historias de Instagram. En un mensaje breve pero firme, el intérprete de Amiga mía respondió directamente a Ivet, lamentando que el vínculo entre ambos se haya deteriorado:
“Ivet, yo tenía un recuerdo muy bonito de nosotros dos, personas adultas compartiendo su cariño, siendo libres. Qué pena que este sentimiento se haya roto ahora”.
Sanz también reveló que la relación se fracturó recientemente cuando Ivet le propuso invertir en un negocio familiar, oferta que él rechazó tras consultarlo con sus asesores:
“En mayo me ofreciste participar en unos negocios familiares tuyos. Tras revisarlo con mis asesores, te dije que no”.
El cantante negó haber actuado de manera inapropiada y sostuvo que siempre ha sido respetuoso en sus relaciones personales:
“Nunca he sido partícipe de esas prácticas y así seguiré toda mi vida. Te deseo encuentres pronto tu camino y felicidad”.
Hasta ahora, la joven no ha emitido una nueva declaración ni ha mencionado intenciones legales. Sin embargo, el caso ha generado debate en redes sociales, especialmente por la diferencia de edad, el contexto de poder y la supuesta relación laboral entre ambos.