Tómelo con las reservas del caso, pero cuentan que quien ya desde hace varios días presentó su renuncia al frente de la Secretaría de Planeación y Finanzas del Gobierno de Puebla es Josefina Morales Guerrero, pero no se la aceptaron.
Y no se la aceptaron no porque sea indispensable, pero sí es necesaria, ya que una de las metas de la presente administración es tratar de recuperar los más de 600 millones de pesos que perdió la gestión del extinto Miguel Barbosa en una inversión en Accendo, institución financiera que quebró en 2021.
De la misma forma, la administración barbosista también colocó 6 mil 800 millones de pesos en un fondo de inversión llamado Fondika, el cual también se había perdido y del que se logró recuperar alrededor de 6 mil millones durante la gestión de Sergio Salomón Céspedes, o al menos eso se nos dijo.
De tal forma que, debido a esto, el hoy mandatario estatal, Alejandro Armenta, decidió la continuidad de la funcionaria, pero quien realmente maneja los hilos de esta dependencia es el todopoderoso subsecretario de Egresos, Hugo Domínguez, personaje de todas las confianzas del gobernador, desde sus tiempos en el Senado de la República.
Es por esto que, según el periodista Alejandro Mondragón, la todavía funcionaria decidió a mediados del mes de mayo tomarse unas vacaciones en Europa y dejar esta dependencia, ya que de antemano sabe que su tiempo al frente de Planeación y Finanzas se agota.
Se dice que será a finales de septiembre y principios de octubre cuando vengan nuevamente reacomodados al interior del gabinete del gobernador, así como también se termine con varios de los compromisos adquiridos en campaña.
Esto al menos es lo que se dice va a ocurrir al interior de la administración “armentista”, en donde se dice que el tiempo se le acaba a todos aquellos que no han dado los resultados deseados.
La hora de la verdad en la BUAP
Este lunes se llevará a cabo al interior de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla el proceso de elección del nuevo Consejo Universitario, el máximo órgano de gobierno de esta institución.
Como lo expresé en una pasada entrega, de esta elección depende la reelección de la rectora Lilia Cedillo y no sé que haya un grupo político que pueda rivalizar con ella, aunque se debe tener la precaución debida para evitar sorpresas.
De hecho, la única amenaza que se cierne en el panorama es el “fantasma” del paro laboral realizado por varias escuelas en el mes de febrero y que en cierto momento llegó a cimbrar y a poner en duda la reelección de la académica, quien supo rehacerse y salir fortalecida, tras escuchar las demandas de los estudiantes.
La reelección de Lilia Cedillo se juega este lunes y es muy seguro que gane la mayoría del Consejo Universitario, lo que le allanará el camino en el mes de septiembre.
Lupita Daniel no entiende que no entiende
Sin duda alguna, el dicho “no hay peor ciego que el que no quiere ver” cae como anillo al dedo para la exdirectora del Sosapac en Cuautlancingo, Lupita Daniel, quien insiste en dar patadas de ahogado al tratar de sacudirse los señalamientos de corrupción por los malos manejos en dicho organismo y por aferrarse a permanecer en el cargo.
Para deslindarse de los señalamientos hechos por líderes de colonias y fraccionamientos, la ex presidenta municipal presentó una serie de documentos que demuestran las irregularidades en el organismo, pero nunca ofreció el número de averiguación previa ni el nombre de los o las responsables.
Solo se limitó a victimizarse, actuar como plañidera y acusar supuesta violencia de género… No cabe duda de que la nostalgia por el poder la ha nublado. Quiere un espacio para continuar con sus aspiraciones políticas, pero no entiende que con su pésima gestión en el organismo ha cavado su tumba política, y que está destinada a vivir en el ostracismo.
Lupita Daniel no entiende que no entiende: los nuevos tiempos políticos no tienen espacio para personas soberbias, mucho menos corruptas.