Un reporte de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) comenzó a encender aún más los “focos rojos” en materia de suministro de agua potable para la ciudad de Puebla.
El suministro del vital líquido está en riesgo, debido a la sobreexplotación del acuífero de la ciudad, pero también al crecimiento desordenado de la megalópolis, la cual duplicó su población en tres décadas, con terribles consecuencias climáticas y de medio ambiente.
De acuerdo con este reporte, en 2016 el acuífero tenía una disponibilidad de aproximadamente 44 millones de metros cúbicos, pero para 2023 esta se redujo a 18.08 millones de metros cúbicos, lo que indica una disminución significativa debido a la creciente demanda por urbanización e industria.
En Puebla se extraen alrededor de 278.8 millones de metros cúbicos anuales, con más de mil 358 concesiones registradas. Esto ha llevado a una pérdida del 46% de su disponibilidad, según propuestas de veda presentadas en 2021, pero que en su mayoría no se han respetado y existe ya hasta “huachicoleo” de agua, tema por demás delicado y que se abordará posteriormente en este espacio.
La sobreexplotación del acuífero de la zona se ha relacionado con eventos como el socavón en Santa María Zacatepec (Juan C. Bonilla) en 2021, atribuido parcialmente a la extracción excesiva de agua subterránea, esto de acuerdo con diversos estudios realizados por especialistas consultados en ese tiempo, geólogos e ingenieros de la UNAM y la BUAP.
Esta situación para nada es un asunto menor, ya que significa, junto con el problema de la basura, uno de los principales retos a resolver por parte de la nueva administración que encabeza Alejandro Armenta, por lo que representa política y socialmente un asunto de esta magnitud.
Por si fuera poco, la situación se agrava por el hecho de que las poblaciones que surten también agua potable a la ciudad de Puebla, como Nealtican, Acuexcomac y Xoxtla, se resisten a entregar más agua de la que actualmente se extrae de su subsuelo, por temor a que ellos mismos se queden sin el vital líquido.
Agua extraída de Nealtican: Actualmente, se extraen 6.5 millones de metros cúbicos de agua al año desde cuatro pozos en Nealtican, según información del Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Puebla (SOAPAP).
El Proyecto Nealtican, que incluye pozos en Nealtican y San Pedro Cholula, extrae un total de 15 millones de metros cúbicos de agua al año, de los cuales 6 millones provienen específicamente de Nealtican. Esto desde el año de 1994. La mayoría del agua de este lugar abastece a colonias del sur y del oriente de la ciudad de Puebla, desde la administración de Manuel Bartlett Díaz.
El tema es por demás delicado, ya que de acuerdo con estudios realizados por expertos y la población de este municipio, la extracción masiva del vital líquido ha causado la desecación de pozos agrícolas, norias y manantiales en Nealtican, afectando a los 14 mil habitantes del municipio, quienes enfrentan escasez de agua y deben recurrir a pipas.
En 1994, la autorización para perforar los pozos se logró tras la represión de protestas, con el encarcelamiento de decenas de habitantes que se oponían al proyecto gubernamental.
En diciembre de 2024, alrededor de 2 mil habitantes acordaron cerrar definitivamente los cuatro pozos operados por SOAPAP debido a los impactos de la sobreexplotación.
La inconformidad de la población crece y Nealtican amenaza con una nueva rebelión, lo cual es sumamente peligroso para Puebla.
Caso Xoxtla. Recientemente, la población de Xoxtla, azuzada por algunos vecinos que buscan beneficiarse políticamente con el tema, amenazó con bloquear los pozos de esta localidad y evitar el envío de suministro del vital líquido a la ciudad de Puebla.
Según denuncias de habitantes y reportes, SOAPAP extrae 16 millones de litros de agua al día desde pozos en Xoxtla, lo que equivale a aproximadamente 5 mil 840 millones de litros al año (o 5.84 millones de metros cúbicos anuales).
La extracción de agua en Xoxtla comenzó al menos desde 1993, tras un convenio firmado entre el municipio y SOAPAP, como parte del Programa Regional Angelópolis. Este acuerdo estipulaba que la extracción se detendría si el agua escaseaba en la región, pero los habitantes denuncian que esto no se ha cumplido.
En julio de 2023, un acuerdo entre la entonces administración municipal de Xoxtla, SOAPAP y la empresa concesionaria Agua de Puebla permitió que el pozo 4 de Xoxtla destine la mitad de su agua (50 litros por segundo) a la Zona Metropolitana de Puebla, mientras la otra mitad queda para el municipio. Este convenio ha sido criticado por su opacidad y por priorizar intereses comerciales, según los grupos inconformes.
La extracción masiva ha generado escasez de agua en Xoxtla, secando fuentes locales como el río Prieto y afectando la agricultura, con reportes de 30 hectáreas de maíz abandonadas por la sequía. Del mismo modo, se han denunciado grietas en la tierra en Xoxtla y Tlaltenango debido a la sobreexplotación de los acuíferos.
Habitantes han protestado por la perforación de pozos sin permisos, como uno excavado por SOAPAP en 2024 cerca de la autopista México-Puebla, que carecía de título de concesión según la Comisión Nacional del Agua (Conagua). Este pozo fue clausurado simbólicamente por la comunidad.
En mayo de 2025, la alcaldesa Guadalupe Ortiz confirmó un nuevo convenio para perforar el pozo 4, destinando 50 litros por segundo a Puebla a cambio de un nuevo pozo exclusivo para Xoxtla y 100 tinacos para almacenamiento. Sin embargo, esto ha generado tensiones, con acusaciones de falta de consulta a la comunidad.
El problema del agua potable es más grave de lo que muchos creen y constituye una auténtica bomba de tiempo para Puebla y para sus autoridades.