La semana pasada, la Agencia para el Control de las Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) presentó su informe sobre los grupos de delincuencia organizada en México y la forma en que se distribuyen sobre el territorio nacional.
La DEA confirmó lo que muchos medios locales ya sabíamos y de lo que hemos dado cuenta, que el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG), que encabeza Nemesio Oseguera, alias “El Mencho”, es quien domina actualmente gran parte del territorio poblano, desplazando al Cartel de Sinaloa.
Lo realmente relevante y preocupante del caso es la confirmación por parte del organismo norteamericano para el control de las drogas, que lo que era un secreto a voces, hoy ya está plenamente confirmado. Puebla no solo fue invadido por el CJNG, sino que además ya desplazó al otro grupo de delincuencia organizada, al Cartel de Sinaloa y “La Chapiza”, que tenía el control de la plaza en la entidad.
Esto explica y evidencia lo que se ha hecho casi costumbre en Puebla, la aparición de cuerpos emplayados, quemados dentro de vehículos o descuartizados, así como balaceras y ejecuciones, situaciones a las cuales la entidad era ajena, hasta la llegada al poder del extinto gobernador Miguel Barbosa.
El “Operativo Barredora”, el brazo armado del cartel de Jalisco, ha mostrado una “mortal” eficiencia en su guerra contra el grupo rival de “La Chapiza” y “La Mayiza”, hoy confrontados también entre ellos, tras la captura de sus principales líderes, lo cual ha beneficiado a sus rivales del CJNG, quienes han efectuado una muy eficaz labor de “limpieza” en esta plaza.
No es casualidad la presencia del CJNG en Puebla, desde hace tiempo he señalado que la llegada de este grupo delictivo a la entidad se da tras el arribo del entonces secretario de Seguridad en la administración de Barbosa, Raciel López, de origen chiapaneco y hoy fiscal en Quintana Roo.
El cartel de Jalisco está vinculado al robo de combustible en toda la zona norte de la ciudad de Puebla, lo que ha hecho sumamente peligrosa toda esta franja de la capital, por donde corren los ductos de Pemex que van del Puerto de Veracruz a la Ciudad de México y que han convertido en un verdadero “infierno” a las juntas auxiliares de San Jerónimo Caleras, Aparicio y Xonacatepec, centro de operación y territorio en disputa de las organizaciones del crimen organizado.
Lo mismo ocurre en toda la franja que corre sobre la autopista México-Puebla y Puebla-Orizaba, que abarca municipios como San Martín Texmelucan, Huejotzingo, Puebla capital, Amozoc, Tepeaca, Acatzingo, Tecamachalco y Quecholac, entre otros.
Lo realmente interesante tras las revelaciones de la DEA en Puebla es saber si la expansión y predominio del CJNG obedece también a la complicidad de las autoridades locales (presidentes municipales) o quizá hasta exgobernadores.
De ese tamaño es el reto que tienen por delante las autoridades en materia de seguridad en Puebla.
El mismo “Operativo Barredora” se acreditó la muerte de las personas cuyos cuerpos fueron dejados dentro de una camioneta afuera del recinto ferial hace unos días, así como también el asesinato de dos elementos de las fuerzas de Seguridad Municipal en Bosques de San Sebastián, y todo indica que también fueron los responsables de la ejecución de otros dos elementos de la estatal en el Parque Industrial Puebla 2000 este domingo.
Más ediles involucrados con el CO
El mensaje del gobernador Alejandro Armenta nuevamente ha sido claro y directo, para quienes quieran oír y escuchar.
El mandatario estatal dejó en claro que no va a meter las manos por nadie, esto debido a la relación de muchos alcaldes de Puebla con el crimen organizado.
La semana pasada, la Fiscalía General del Estado llevó a cabo un operativo en el rancho del presidente municipal de Ahuazotepec, Alfredo Ramírez, alias “El Yerba”, en su propiedad se encontraron armas y drogas.
Aunque el edil huyó, fue detenido su hijo de nombre Tadeo N., quien fue trasladado a la ciudad de Puebla.
Unos días antes, la Fiscalía también llevó a cabo una acción similar en el rancho del entonces edil de Cuautempan, Gerardo N., quien también se dio a la fuga.
Esto demuestra el grado de colusión entre las autoridades municipales y el crimen organizado, pero también la voluntad del gobernador Armenta de ir con todo en contra de los alcaldes cómplices de la delincuencia.
Puebla se pudrió debido al abandono en el que se encontró, tras la muerte de Martha Erika Alonso, el interinato de Pacheco Pulido, el periodo de Miguel Barbosa y los dos años de Sergio Salomón Céspedes.
Ahora parece que Armenta va a poner orden y ojalá así sea. Como reza el dicho, “el horno no está para bollos”.
Sale también Virginia González Melgarejo
El viernes por la noche, trascendió una nueva salida del gabinete del gobernador.
Se trata de la hasta ese entonces titular de la Secretaría de Igualdad Sustantiva, Virginia Melgarejo, quien no se sabe las causas por las que decidió dejar su cargo.
Es la segunda integrante del gabinete original del mandatario que deja su cargo en menos de una semana.