El Día de las Madres se festeja en México desde 1922. La fecha por sí misma es de suma importancia y muchos festejos de diversas índoles se dan con este motivo, sin embargo, me parece que cada vez más se hace visible también lo difícil que es esta fecha para las madres de familia que perdieron a sus hijos e hijas, y que son las principales protagonistas de su búsqueda, sin olvidar, por supuesto, a los hijos e hijas que tienen a su madre desaparecida y que también día con día las buscan, o que por este motivo sus madres fueron asesinadas, más aún cuando los números nos llevan a más de 120 mil personas desaparecidas y datos recientes señalan que, en promedio, 42 personas desaparecen al día, representando un aumento del 26% en comparación con el año 2024 (Registro Nacional de Personas Desaparecidas, 2025) sin dejar de mencionar que en los últimos seis años creció más la desaparición forzada de niñas y mujeres.
Visibilizar esta grave problemática, nos lleva también a hacerlo en esta fecha para recordar que la ONU ha señalado a México como el octavo país con mayor índice de matrimonio infantil en el mundo, a pesar de que en nuestro país se dieron los primeros pasos para su prohibición en 2016 en 18 entidades federativas y concretadas en 2019 en 31 Códigos Civiles, derivado de la reforma al Código Civil Federal en materia de prohibición del matrimonio infantil.
Esto habla, entonces, de que México encabeza el número de embarazos de madres-niñas que, de facto, son obligadas a dejar de ser niñas para convertirse en madres-esposas, la mayoría sin oportunidad de estudiar ni de aspirar a una vida digna.
Datos refieren que 225 mil niñas, niños y adolescentes de entre 12 y 17 años se encontraban en situación conyugal y que el 2.4%, 153 mil niñas y adolescentes son madres de uno y dos hijos, según el Censo 2020, pero la problemática incluso va más allá, estas relaciones conyugales no fueron solo entre menores, sino de menores con personas que les doblan la edad, exponiéndolas a ser víctimas de cualquier tipo de violencia, a un mayor número de embarazos en condiciones de precariedad, por supuesto, a hacerlas responsables de los cuidados maternales y, en muchos casos, a convertirlas también en proveedoras.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) ha colocado a Puebla entre los tres primeros lugares a nivel nacional con la mayor proporción de niñas y adolescentes embarazadas, reportándose que entre 2018 y 2023, 6 mil 800 mujeres menores de edad entre los 10 y 17 años se convirtieron en madres en el estado de Puebla.
Celebrar una fecha tan significativa en nuestra cultura es, sin duda, muy importante; tanto como lo es también observar en estas fechas de tanta trascendencia la necesidad de atender la vulneración a los derechos humanos de menores convertidas en madres-niñas y seguir abogando por el reconocimiento del derecho al cuidado y por un sistema que reduzca y redistribuya la responsabilidad de los cuidados.
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Palabra de Mujer Atlixco
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