La elección del próximo papa sigue sin resolverse. Este jueves, en la segunda jornada del cónclave en la Capilla Sixtina, los 133 cardenales electores de la Iglesia católica no alcanzaron el consenso necesario para nombrar al sucesor del papa Francisco. A las 11:51 hora local (3:51, hora del centro de México), una fumata negra volvió a alzarse desde la chimenea del Vaticano, anunciando al mundo que no hay papa aún.
La señal de humo, símbolo tradicional del proceso papal, generó inicialmente confusión por su tono grisáceo, pero pronto se disiparon las dudas: el humo era negro, lo que confirma que ningún candidato ha conseguido los 89 votos mínimos requeridos para ser proclamado pontífice.
Humo negro en la segunda #Fumata del #cónclave pic.twitter.com/mnb71cg4qA
— Emmanuel Rosalez (@journalero) May 8, 2025
Con esto, la sede papal permanece vacante y los cardenales continúan bajo aislamiento en las residencias vaticanas. Se espera que reanuden el proceso con dos nuevas votaciones por la tarde, como está previsto en las reglas del Cónclave.
Este resultado no sorprende del todo, ya que en los últimos diez cónclaves –desde el siglo XX hasta hoy– ninguno se resolvió en la primera jornada. El promedio de duración ha sido de tres días, con algunos procesos extendiéndose hasta cinco. En contraste, la historia registra casos extremos: desde el cónclave más largo, entre 1268 y 1271, que duró casi tres años, hasta el más breve en 1503, que concluyó en apenas unas horas.
La elección actual se da tras el papado del argentino Francisco, el primero latinoamericano, cuya gestión dejó posturas divididas. Mientras algunos cardenales buscan continuidad con apertura y reformas, otros desean un regreso a prácticas más tradicionales. También hay voces que apuestan por un liderazgo más mesurado y predecible.
El Vaticano no ha revelado la hora exacta del inicio de la votación matutina, y el hermetismo se mantiene, como dicta la tradición. Sin embargo, se anticipa que este mismo jueves se realicen hasta cuatro votaciones, con dos fumatas correspondientes: la matutina, ya revelada como negra, y otra vespertina, que se conocerá alrededor de la una de la tarde, hora del centro de México.
La mirada del mundo sigue puesta en Roma, a la espera de la fumata blanca que anuncie la llegada de un nuevo líder espiritual para más de mil millones de católicos.