Tras la muerte del papa Francisco, el pasado 21 de abril, la Iglesia católica se prepara para uno de los eventos más solemnes y enigmáticos de su historia: el cónclave. Este miércoles 7 de mayo, 133 cardenales se reunirán en la Capilla Sixtina del Vaticano para elegir al 267º sucesor de San Pedro, en un proceso rodeado de tradición, espiritualidad y completo aislamiento del mundo exterior.
La palabra “cónclave” proviene del latín cum clave, que significa “con llave”, haciendo referencia al encierro estricto de los cardenales electores hasta que elijan un nuevo papa. Esta práctica se remonta al siglo XIII y busca evitar influencias externas, garantizando que la decisión sea guiada por la conciencia y la fe.
Solo los cardenales menores de 80 años tienen derecho a voto. En esta ocasión, el cónclave cuenta con la participación más numerosa de la historia moderna: 135 cardenales, de los cuales una mayoría fue nombrada por el propio Francisco, lo que podría influir en la orientación del nuevo pontífice.
¿A qué hora inicia el cónclave, en México?
El proceso comenzará oficialmente a las 16:30 horas del Vaticano (8:30 a.m. tiempo del centro de México), con la solemne entrada de los cardenales a la Capilla Sixtina. Previamente, en la Basílica de San Pedro, se celebrará una misa conocida como pro eligendo Papa, presidida por el decano del Colegio Cardenalicio, Giovanni Battista Re.
Desde las 15:00 horas (hora local de Roma), se desactivarán las señales móviles dentro del Vaticano, garantizando el aislamiento absoluto de los participantes. También se ha exigido un juramento de secreto a todos los colaboradores del cónclave.
¿Cómo se vota?
Durante el primer día solo se realiza una ronda de votación. A partir del segundo día, se pueden efectuar hasta cuatro escrutinios diarios: dos por la mañana y dos por la tarde. Cada cardenal escribe en latín el nombre de su candidato en una papeleta, que luego deposita en una urna. Se requieren al menos 89 votos (dos tercios del total) para que un candidato sea electo.
Si después de tres días no se alcanza una decisión, se hace una pausa para la oración. El proceso puede extenderse, aunque desde el siglo XX los cónclaves suelen resolverse en tres días o menos. En caso de llegar a 34 votaciones sin éxito, se procede a una elección limitada entre los dos candidatos más votados, pero para ser electo se mantiene la mayoría de dos tercios.
¿Qué significa el humo?
El símbolo más reconocido del cónclave es la fumata: el humo que emerge de la chimenea de la Capilla Sixtina y comunica el resultado de cada votación. Si el humo es negro, no hay nuevo papa; si es blanco, la elección ha sido concluida.
Hoy en día, el color del humo se logra mediante compuestos químicos precisos. Para el humo negro se emplean sustancias como perclorato de potasio, antraceno o sulfato; para el blanco, una mezcla de perclorato de potasio, lactosa y resina de pino. Se usan cartuchos pirotécnicos que garantizan columnas de humo visibles incluso desde la Plaza de San Pedro, donde miles de fieles esperan ansiosamente la señal.
¿Qué sigue después del humo blanco?
Una vez elegido, se pregunta al nuevo papa si acepta el cargo y qué nombre desea adoptar. Luego, el mundo verá al nuevo pontífice aparecer en el balcón central de la Basílica de San Pedro con el tradicional anuncio: Habemus Papam.
Hasta entonces, la Iglesia permanece en periodo de Sede Vacante, sin un líder espiritual visible para los más de mil 400 millones de católicos en el mundo. Mientras tanto, todas las miradas están puestas en la pequeña chimenea del Vaticano, donde una columna de humo blanco señalará el inicio de un nuevo capítulo en la historia de la Iglesia.