Durante la Semana Santa, el Viernes Santo es una de las fechas más importantes, debido a que este día se recuerda la crucifixión y muerte de Jesucristo en el monte Calvario, el cual simboliza el sacrificio de Jesús por la humanidad para perdonar los pecados.
Según los textos bíblicos, Jesús fue condenado por Poncio Pilato tras proclamarse “Rey de los Judíos”. Luego fue golpeado, coronado con espinas y obligado a cargar su cruz hasta el Monte Gólgota, donde fue crucificado.
El Viernes Santo también está marcado por el duelo y el sufrimiento, lo que contrasta profundamente con la alegría del Domingo de Resurrección.
En México, esta tradición se ha vuelto una tradición tan relevante entre los mexicanos, por lo que es común que en muchas familias se respete y conmemore este día.
En algunas entidades se realiza el Vía Crucis para simbolizar el acompañamiento a Jesús en sus horas finales, mientras se recorren las catorce estaciones, desde su condena hasta su muerte y sepultura.