En el marco del Jueves Santo, la Arquidiócesis de Puebla celebró la Misa de la Cena del Señor en la Catedral, con la que se conmemora el momento en que Jesucristo compartió su última cena con los apóstoles, previo a su pasión y crucifixión.
La celebración fue encabezada por los obispos auxiliares Francisco Javier Martínez Castillo y Tomás López Durán, quienes acudieron en representación del arzobispo Víctor Sánchez Espinosa.
Durante la homilía, el obispo auxiliar Francisco Javier Martínez Castillo destacó que este pasaje bíblico representa tres dones fundamentales que Jesús dejó a la humanidad: la Eucaristía, el Sacerdocio y el Mandamiento del amor.
“El Señor, que padeció y resucitó por nosotros, nos entrega la oportunidad de alcanzar la verdadera felicidad. Con estos acontecimientos, todo adquiere sentido”, señaló.
Explicó que el primero de estos regalos, la Eucaristía, es accesible mediante la fe. El segundo, el Sacerdocio, implica la consagración de algunos hombres al servicio de la Iglesia como pastores, maestros de la palabra y administradores de los sacramentos. El tercero, el Mandamiento del amor, fue expresado por Jesús en la última cena con la frase:
“Ámense los unos a los otros como yo los he amado”.
Este precepto, agregó, constituye la esencia del cristianismo y llama a los creyentes a vivir el amor al prójimo como un acto de fe.
En esta fecha, miles de feligreses participaron también en la tradicional visita a las siete Iglesias, práctica nacida en Roma durante el siglo XVI, y que, en México se ha arraigado como una forma de acompañar espiritualmente a Jesús en su Pasión.
Por otra parte, este viernes 18 de abril se llevará a cabo la edición XXXIII de la Procesión del Viernes Santo, una de las expresiones de fe más importantes del país. El recorrido iniciará al mediodía desde el atrio de la Catedral y pasará por avenida 16 de Septiembre, Palafox y Mendoza, calles 2 Norte, 4 Oriente-Poniente, Reforma y 11 Norte-Sur, hasta concluir en el Paseo Bravo, donde se realizará una reflexión final.