La Unión Popular de Vendedores Ambulantes (UPVA) 28 de Octubre está recibiendo una cucharada de su propio chocolate, esto tras el duro golpe que el Gobierno del estado de Puebla, que encabeza Alejandro Armenta, ha dado hacia esta organización que lo único que ha hecho en los últimos años es enriquecerse ilícitamente y apoderarse de más espacios públicos.
Nada más como dato, hay que recordar que llegaban a pedir hasta 500 pesos por vehículo para poder estacionarse dentro o fuera de los accesos al estacionamiento del estadio Cuauhtémoc.
Lo que ocurrió el pasado 4 de abril, tras la recuperación de estos espacios para que el estacionamiento sea gratuito y además seguro para los poblanos, marcó un antes y un después para la UPVA 28 de Octubre y también para la actual administración, pues es algo que ningún mandatario del pasado se había atrevido a realizar.
Derivado de esta situación y otras como la prohibición de los taxis piratas en la zona de Angelópolis y alrededores, sus agremiados ya se inconformaron y desde el viernes se manifestaron y continuarán haciéndolo, según sus amenazas, para tratar de hablar y mediar la situación con el gobernador Armenta.
Mientras tanto, la posición que ha mantenido Alejandro Armenta en este caso le ha valido el reconocimiento social, demostrando su compromiso y poniendo el orden que tanta falta hacía.
Finalmente y a pesar de que los agremiados de la 28 de Octubre aseguran no ser delincuentes, la realidad es que la crítica ciudadana siempre los ha catalogado como tales, así que la coordinación entre los gobiernos estatal y municipal deberán continuar con las medidas necesarias para evitar que este grupo regrese a apoderarse del miedo colectivo, pero sobre todo de lo que nunca le ha pertenecido.