La alianza del PRI y PAN del 2024 nació muerta, pero Eduardo Rivera y Mario Riestra nunca lo entendieron, se equivocaron y permitieron que Néstor Camarillo fuera el gran ganador al quedarse con un lugar en el Senado de la República.
Ahora que Néstor Camarillo, senador por el PRI, y Mario Riestra, líder estatal del PAN, se están despedazando –aún más–, tampoco ven que Movimiento Ciudadano avanza de manera interesante bajo el liderazgo de Fedhra Suriano y ya sin la sombra de Fernando Morales.
El escenario para el 2027 está más que claro en Puebla:
Morena seguirá como la principal fuerza política, pese a los graves errores que ha cometido con sus diputados y alcaldes.
Movimiento Ciudadano se perfila para cosechar los votos de los jóvenes que ven en el PRI y PAN la misma porquería política y que rechazan a Morena porque es el viejo PRI, pero de color guinda.
El PAN seguirá dividido y pelearán solamente por las candidaturas plurinominales, debido a que no han logrado la unidad, las heridas de Mario Riestra y Lalo Rivera siguen abiertas y su pelea personal sigue vigente.
Y el PRI de Néstor Camarillo seguirá en un largo, muy largo proceso de extinción, debido a que se aferra a un inexistente “voto duro”.
Las proyecciones indican que mientras Morena siga regalando dinero a través de las pensiones y becas, mantendrá un voto seguro y le permitirá seguir ganando elecciones, aunque lleven a nuestro país a un permanente baño de sangre.
En el caso de Movimiento Ciudadano, tendrá que capitalizar todo el hartazgo de los jóvenes y abrir espacios a nuevos cuadros de la política para ganar espacios impensables por ahora en el 2027.
Mientras, sigamos disfrutando del pleito callejero de Néstor Camarillo y Mario Riestra, en lo que el PRI y PAN se hunden y se alejan de los electores.
Los dos líderes no entienden que son oposición a Morena.
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