El viraje de los medios tradicionales a los medios digitales ya es un hecho, la opinión pública se genera a través de redes sociales y para muestra un botón.
Dos acontecimientos marcaron la semana pasada la agenda pública de Puebla; el primero, el estallamiento del movimiento universitario, que arrancó con el paro de actividades en la Escuela Medicina de la BUAP y que más adelante, se extendió hacia otras escuelas, el cual obedeció a un tema digital muy bien estructurado, en el que abundaré más adelante.
El segundo, el paro de actividades de la Policía Municipal, tras el asesinato de dos elementos de esta corporación, a manos del “Operativo Barredora”, el brazo armado del Cartel Jalisco Nueva Generación.
Estos dos temas se viralizaron en redes sociales y quizá hasta un tercero, el cierre de la autopista a Atlixco y de la carretera federal, por parte de padres de familia y amigos de dos adolescentes, las cuales supuestamente habían sido levantadas.
El predominio de las redes sobre los medios tradicionales, por su inmediatez, fue brutal, sobre todo en el tema de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, lo cual deja entrever, que además de los legítimos reclamos por parte de las diferentes escuelas y facultades que sumaron a medicina, sí hubo una “mano negra”, incentivando todo este movimiento al interior de la máxima casa de estudios en el estado.
En el tema de la BUAP jugaron un papel preponderante tres diferentes redes, WhatsApp, X y Tik Tok, el que más impacto causó entre los jóvenes estudiantes de la Benemérita.
WhatsApp y los grupos que se forman viralizaron el movimiento de manera perfectamente bien organizada, lo que, reitero, habla de una “mano negra” detrás de los legítimos reclamos estudiantiles, lo que ayudó a extender el movimiento a otras facultades.
X, antes Twitter, fue el impulsor, a través de videos, muy bien estructurados, para no solo extender el movimiento, sino generar la percepción de que estaba fuera de control y apoderándose de la BUAP.
El tercero y más letal, de acuerdo a la “huella digital” que dejan cada uno de estos mensajes, fue Tik Tok, por la generación de comentarios negativos que se formó con algunos videos, bien elaborados y mejor etiquetados, que mermaron la imagen de universidad, generando una percepción de incapacidad para resolver el conflicto, aunque desde pasado viernes ya había señales de que las negociaciones entre el grupo de inconformes y las autoridades de la BUAP avanzaban con buen rumbo, tan es así que ese mismo viernes Medicina, Estomatología y Administración decidieron regresar a clases el lunes 3 de marzo.
Lo interesante y en donde deben poner especial atención las autoridades de la BUAP es que si bien es cierto hubo mensajes espontáneos por parte de los estudiantes pertenecientes a los diferentes movimientos, hubo también videos perfectamente estructurados y #etiquetas bien elaboradas que hablan de que hubo intereses fuertes detrás de lo que ha ocurrido en la máxima casa de estudios.
El paro de labores por parte de los policías del municipio de Puebla, en reclamo por el asesinato de sus dos compañeros, creció de la misma forma, por la penetración de los grupos de WhatsApp que operan los propios elementos de la corporación, lo que abonó a la caída de “Sauce” y la exposición de la inconformidad de los elementos a través de X, antes Twitter, en tiempo real, pese a ser sábado.
Sin estas dos herramientas hubiera sido muy difícil que los uniformados hubieran ganado parcialmente la partida, y digo parcial porque solo cayó “Sauce” y no el objetivo mayor, que es el secretario Fernando Rosales Solís.
El impacto del movimiento de los policías fue brutal, aunque no alcanzó a ser tendencia, sin embargo, en términos de percepción a nivel local, logró el objetivo que perseguían los inconformes y nadie lo pudo detener, porque la censura no alcanza a la redes, como sí lo hace con los medios tradicionales, en donde es común el “baja esa nota”.
El tercer y último caso que demuestra cómo las redes sociales hoy dominan el ámbito noticioso e incluso han obligados a los medios tradicionales a incursionar en este ámbito, ante la caída de sus audiencias por el condicionamiento de sus líneas editoriales, es el del bloqueo de la carretera y la autopista a Atlixco.
El fenómeno creció a partir de un video que circuló en redes en donde dos jovencitas supuestamente eran levantadas en Santa Isabel Cholula, lo que originó la molestia de la familia, amigos y pobladores, quienes el sábado, alrededor de las 21:00 horas, bloquearon ambas vías de comunicación, ocasionando caos vehicular en toda la zona.
El tema se resolvió y no creció más gracias a que el Gobierno del estado actuó de forma rápida y a través de la Fiscalía localizó a los dos jóvenes de 17 y 14 años de edad, quienes, se dice, abandonaron de motu proprio el lugar en el que se encontraban sin avisar a sus familiares, para trasladarse a Puebla.
Ojo, porque el fenómeno de redes ya es brutal en Puebla y ni se diga en sus municipios y comunidades, en donde el Facebook y el WhatsApp son ya hoy armas letales.