Los conservadores alemanes regresan al poder tras vencer en las elecciones generales de 2025, poniendo fin a tres años de gobierno socialdemócrata. El bloque conformado por la Unión Cristianodemócrata (CDU) y la Unión Socialcristiana (CSU) obtuvo el 28.5 % de los votos, según resultados preliminares, lo que les permitirá liderar el próximo gobierno bajo el mando de Friedrich Merz.
Sin embargo, los conservadores no alcanzaron la mayoría en el Bundestag, por lo que deberán negociar una coalición en un contexto geopolítico complicado, con la guerra en Ucrania, la influencia de la administración de Donald Trump en Estados Unidos y una economía alemana en recesión.
Friedrich Merz busca una coalición antes de abril
El futuro canciller, Friedrich Merz, expresó su intención de formar gobierno lo antes posible. “El mundo no espera y tampoco nosotros”, afirmó, subrayando que espera cerrar un acuerdo de coalición antes de Semana Santa.
Para alcanzar la mayoría parlamentaria de 316 escaños, la CDU podría aliarse con el Partido Socialdemócrata (SPD), que sufrió su peor resultado histórico con solo un 16.4 % de los votos, o con Los Verdes, que obtuvieron 11.6 %. La opción de incluir a los liberales de la FDP quedó descartada, ya que no alcanzaron el umbral mínimo del 5 % para ingresar al Parlamento.
Ultraderecha como principal fuerza de oposición
Uno de los grandes cambios políticos en Alemania es el ascenso de la ultraderecha. El partido Alternativa para Alemania (AfD) alcanzó un 20.9 % de los votos, consolidándose como la principal fuerza de oposición. Su candidata, Alice Weidel, aseguró que su partido está listo para gobernar, aunque Merz ha reiterado su negativa a pactar con ellos.
El líder de la CSU, Markus Söder, advirtió que si el nuevo gobierno no implementa políticas migratorias más restrictivas, la ultraderecha podría fortalecerse aún más en futuras elecciones.
Cambio de liderazgo en el SPD y la retirada de Scholz
El fracaso electoral del SPD ha llevado a un llamado a la renovación del liderazgo. Su actual canciller, Olaf Scholz, descartó participar en el nuevo gobierno y anunció su retiro de la primera línea política.
Mientras tanto, el candidato de Los Verdes, Robert Habeck, se mostró dispuesto a colaborar en una posible coalición, afirmando que su partido “quiere seguir asumiendo responsabilidad”.
El regreso de los conservadores al poder marca un giro en la política alemana, pero la falta de una mayoría clara y el ascenso de la ultraderecha presentan un panorama complejo. La coalición que logre formar Merz definirá el rumbo de Alemania en los próximos años.