Todo mundo dice que las buenas noticias no son noticias; sin embargo, hay cosas dignas de contarse y de destacarse.
En medio de una semana en donde se dio a conocer que la cuenta pública 2023 del exgobernador Sergio Salomón Céspedes Peregrina al frente del Gobierno de Puebla recibió observaciones por 75.2 millones de pesos por parte de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) y la del ex edil capitalino Eduardo Rivera Pérez, observaciones y presunto daño patrimonial por 186 millones de pesos, es digno destacar la buena rendición de cuentas por parte de nuestra máxima casa de estudios en el estado.
Esto habla de transparencia en el manejo de los recursos que se le asigna a la BUAP y a su rectora, Lilia Cedillo Ramírez, quien está en el último año de su administración al frente de la Benemérita y con opción a poderse reelegir para otro periodo de cuatro años.
La BUAP fue, junto con la Universidad Autónoma de Guerrero, las únicas dos instituciones de educación superior que lograron salir sin observaciones por parte de la ASF en la revisión de sus cuentas públicas correspondientes al 2023, lo que habla también del gran trabajo por parte de equipo contable de la máxima casa de estudios para tener todo en orden.
El rectorado de Cedillo Ramírez se ha caracterizado por el orden y la disciplina financiera, una de las características propias de la académica, quien es una mujer metódica, fiel a su carácter de destacada investigadora.
La propia Auditoría Superior de la Federación, a través de un video, ponderó el trabajo realizado por la máxima casa de estudios en el estado, luego de haber supervisado a 35 universidades públicas estatales, que derivaron en observaciones por más de 600 millones de pesos, sin embargo, la BUAP y la Autónoma de Guerrero no tuvieron un solo señalamiento.
El trabajo de la BUAP en materia de rendición de cuentas es algo digno de destacar. Enhorabuena para nuestra máxima casa de estudios en el estado.
Juan Lira “El Moco” reta a las autoridades y “siembra” a su gente en Movimiento Ciudadano
Luego de que algunos medios de comunicación dieran a conocer la captura de Juan Lira, alias “El Moco”, señalado por las autoridades de estar ligado al robo de combustible (huachicol) en la Sierra Norte de Puebla, principalmente en el municipio de Chignahuapan, el mencionado personaje desmintió que haya sido detenido y hasta se burló señalando que todo estaba bien en este municipio, saludando a sus seguidores.
Todo parece indicar que la persona detenida no fue Juan Lira, sino uno de sus hermanos, al cual confundieron con este personaje.
La publicación de Lira parece una auténtico desafió al Gobierno del estado y al mandatario, Alejandro Armenta, al escribir: “Buenos días Chignahuapan, por acá todo bien, ánimo”.
También, de llamar la atención cómo pese a las advertencias realizadas por el Gobierno estatal y por la dirigencia de Morena en Puebla para que los partidos políticos se abstengan de postular a personajes de dudosa reputación como Lira, esto no ha sido impedimento para que Movimiento Ciudadano, el partido naranja, haya hecho una alianza tácita con “El Moco” y con su gente, como se puede observar en la planilla registrada por Movimiento Ciudadano para contender por la Presidencia Municipal de este lugar, en las elecciones extraordinarias a celebrarse en los próximos días, misma que encabeza como candidata a la alcaldía Yasmín Medina Carrasco, quien fuera abanderada a regidora en la planilla de “El Moco” el año pasado.
Basta revisar la planilla de regidores que registró “El Moco” el año pasado en las elecciones del 2 de junio, para darse cuenta de que buena parte de la gente de Juan Lira Maldonado encontró refugio en Movimiento Ciudadano, partido que los albergó y ahora los incluyó para contender por la alcaldía de este lugar, al parecer jugándole las contras al gobernador Armenta.
Lo advertimos desde hace tiempo, Chignahuapan y “El Moco”, se han convertido en un “foco rojo”, en materia de gobernabilidad, para Puebla y para la nueva administración estatal.
Olivia Salomón, nueva directora de la Lotería Nacional
La paciencia y la lealtad, sin duda, tuvieron su premio, la empresaria Olivia Salomón Vibaldo fue designada el pasado sábado por parte de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum, como la nueva directora de la Lotería Nacional para la Asistencia Pública.
Un análisis simplista dirá que fue un premio de consolación para la poblana, nada de eso, es un ente de suma importancia y gran proyección política, el cual se encarga de las rifas y sorteos que organiza el Gobierno federal, cuyos activos ascienden a más de 33 millones de dólares y ha llegado a registrar ingresos anuales por 266 millones de billetes verdes.
En su historia. han sido directores de la Lotería personajes como: Ramón Aguirre Velasco, quien después sería gobernador de Guanajuato; Javier García Paniagua, padre del hoy secretario de seguridad, Omar García Harfuch; Emilio Gamboa, Carlos Salomón, Tomás Ruiz, María Esther Sherman, Margarita González Sarabia, hoy gobernadora de Morelos, y ahora la poblana Olivia Salomón.
Olivia tiene todo para destacar en su nueva encomienda y creo que ahora sí deja en claro el nivel de cercanía y de lealtad que tiene con la presidenta Sheinbaum.