El gobierno de Panamá decidió no renovar el memorando de entendimiento con China sobre la Ruta de la Seda, firmado en 2017, tras recibir presiones del nuevo gobierno de Estados Unidos. Así lo anunció el presidente panameño José Raúl Mulino, quien aseguró que la soberanía del Canal de Panamá seguirá en manos del país centroamericano.
Fin del acuerdo con China y presión de EE.UU.
Mulino explicó que su administración está evaluando si puede terminar anticipadamente el acuerdo con China, que expira en uno o dos años. “No cabe duda de que el canal es operado por nuestro país y así seguirá siendo”, afirmó el mandatario. Además, negó que exista una amenaza militar sobre la infraestructura.
Durante su reunión con Marco Rubio, jefe del Departamento de Estado de EE.UU., Mulino recibió un fuerte llamado a la acción. Washington exige cambios inmediatos sobre la influencia china en el canal y advirtió que el control del Partido Comunista Chino sobre la vía interoceánica viola los acuerdos internacionales.
Trump lanza advertencia sobre el Canal de Panamá
Pocas horas después del anuncio, el expresidente Donald Trump lanzó una fuerte advertencia en una entrevista con CNN. “China está administrando el Canal de Panamá. Vamos a recuperarlo, o algo muy poderoso va a suceder”, declaró. Estas palabras refuerzan la postura de su administración, que ve el dominio chino en la región como una amenaza estratégica.
Rubio, por su parte, visitó las esclusas de Miraflores, donde conoció el funcionamiento del canal y se reunió con el administrador Ricaurte Vásquez Morales. EE.UU. ha solicitado prioridad en el tránsito de sus buques y mayor colaboración con su marina de guerra.
Panamá se convierte en punto clave para deportaciones
Durante su encuentro con Rubio, Mulino ofreció que Panamá sirva como punto de repatriación de migrantes. Propuso usar la pista de Nicanor en Metetí, Darién, para deportar a migrantes de Venezuela, Colombia y Ecuador, con financiamiento total de EE.UU..
El presidente panameño criticó la falta de presencia diplomática estadounidense en los últimos años, señalando que “EE.UU. ha dejado muchas sillas vacías”, lo que ha afectado la relación bilateral.