El incendio Hughes, que estalló en la mañana del miércoles, ha arrasado aproximadamente 39 kilómetros cuadrados de árboles y matorrales en las montañas al norte de Los Ángeles, obligando a más de 50 mil personas a evacuar la zona o estar en alerta.
Las autoridades de CAL FIRE y el Departamento de Bomberos del Condado de Los Ángeles trabajan para contener el siniestro, apoyados por aviones cisterna que han arrojado miles de litros de retardante de fuego.
El incendio se desató cerca del Lago Castaic, una popular área recreativa situada a 64 kilómetros de los devastadores incendios Eaton y Palisades, que siguen activos tras tres semanas. A pesar de las advertencias de bandera roja, los bomberos indicaron que la menor intensidad de los vientos ha permitido un combate más efectivo contra las llamas.
🇺🇸 El incendio Hughes avanza sin control cerca de Castaic, California, alcanzando ya 9,435 acres y poniendo estructuras en peligro inminente.
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Evacuaciones y cierres de carreteras
Según el jefe de bomberos de Los Ángeles, Anthony Marrone, más de 31 mil personas han recibido órdenes de evacuación obligatoria, mientras que 23 mil más se encuentran en estado de advertencia.
La Autopista Interestatal 5, una de las principales vías de conexión norte-sur, fue cerrada parcialmente, pero algunas secciones comenzaron a reabrirse tras los avances en el control del fuego.
Equipos terrestres y aéreos han trabajado arduamente para evitar que el incendio cruce la autopista y se dirija hacia áreas residenciales en Castaic. Sin embargo, se prevé que los vientos aumenten a 96 km/h, lo que podría complicar las labores de contención.
Preparativos ante lluvias y deslizamientos
Mientras los bomberos continúan sus esfuerzos, las autoridades han comenzado preparativos para la llegada de posibles lluvias, que podrían generar deslizamientos de lodo en las áreas afectadas. Se han colocado sacos de arena y barreras de protección para minimizar los daños en zonas vulnerables como Pacific Palisades y Altadena.
Las alertas de bandera roja se mantendrán activas hasta el jueves por la noche en los condados de Los Ángeles y Ventura, mientras los bomberos siguen monitoreando los puntos críticos para evitar la propagación del incendio Hughes.