La sede del Congreso local de Puebla, sin duda, se va a convertir en un pequeño “elefante blanco”, para la administración estatal y para el Poder Legislativo, el cual tiene ahora que costear el mantenimiento de la infraestructura de 11 mil metros cuadrados, poco más de una hectárea de terreno.
De hecho, la presidenta de la Junta de Gobierno y Coordinación Política de la Legislatura local, la diputada Laura Artemisa García Chávez, reconocía hace unos días la necesidad de solicitar a la Secretaría de Finanzas una ampliación presupuestal para el Poder Legislativo, debido a que no se calculó el costo del mantenimiento de este inmueble dentro del presupuesto aprobado para este año.
Esta pequeña pifia o error de los propios legisladores es el fiel reflejo de esta obra suntuosa, el “Partenón” de la pasada administración estatal, es una obra inútil e innecesaria de la que poco se habla y que representó para los poblanos una erogación de 884 millones de pesos, de los cuales 798 millones se aplicaron en la construcción de la obra y 86 más fueron para la compra del terreno, propiedad de la familia del entonces diputado local y después secretario de Educación Pública, Jorge Estefan Chidiac.
Este “negocio” de la pasada gestión, de la cual poco se habla, es sin duda un terrible gasto para el estado. ¿Cuánto se necesita para mantenimiento de un inmueble de 11 mil metros cuadrados y que solo sirve para albergar a 41 diputados locales y sus séquitos? ¿Y la Austeridad Republicana, apá?
Independientemente de quienes construyeron la obra, reitero, el “Partenón” de la 4T constituye un monumento al despilfarro, además de que no se midió el impacto económico del mantenimiento de un edificio de tales dimensiones, al cual, “pomposamente”, le llaman “La Casa del Pueblo”, pero al cual pocos poblanos tienen acceso.
Va a ser muy importante que ahora que la presidenta del Congreso solicitó la ampliación presupuestal correspondiente, transparente la aplicación de estos recursos y las empresas que van a ser favorecidas con el mantenimiento de este inmueble. El nuevo “elefantito blanco”.
Con 884 millones de pesos se pudieron haber pavimentado 884 calles primarias de 100 metros cada una y hasta con sobrecosto para el diezmo o el ventiezmo, como se estilaba.
Se imagina usted cómo se hubiera visto Puebla capital con 884 calles nuevas pavimentadas, sin duda hubiera sido más útil invertir en esto ese dinero, pero no se hizo de esta forma.
Con esos 884 millones de pesos, bien se pudieron haber construido varias clínicas en los lugares más necesitados de Puebla o equipar de mejor forma a las ya existentes, ahora que ya somos Dinamarca, o estancias de día para los adultos mayores, en fin, muchas cosas.
El darle mantenimiento a este “elefantito”, va a tener un costo no menor a los 20 millones de pesos anuales o quizá más y todo para satisfacer la necesidad de 41 personas.
Los 100 días de Lupita Cuautle y de Tonantzin Fernández
Dos presidentas municipales de la zona conurbada han marcado la agenda en estos 100 primeros días de administración.
La primera es Lupita Cuautle, la presidenta municipal más influyente en la zona conurbada a la capital y quien marca la agenda, incluso por encima de la Angelópolis.
Cuautle destacó dentro de sus primeros 100 días de administración que el municipio a su cargo tuvo, durante este lapso, una recaudación por concepto de impuesto predial superior a los 500 millones de pesos, subrayando lo que en este mismo espacio ya señalamos, que es el único municipio de la entidad que puede subsistir con recursos propios.
San Andrés Cholula, sin duda, le ha robado la agenda política y mediática a Puebla capital, mérito total y absoluto de su nueva presidenta.
En tanto, su homóloga de San Pedro Cholula por supuesto que no demerita en nada, Tonantzin Fernández fue cobijada por el gobernador Armenta, quien puso en marcha un paquete de 12 de obras, por un total de 72 millones de pesos, que ya lo quisiera la ciudad capital.
Fernández es una mujer sencilla, que ya en poco tiempo le ha sabido imponer su estilo a la milenaria ciudad que comenzaba a parecerse a san Martín Texmelucan y a Tehuacán, ciudades que, en vez de mejorar, van de mal en mal, en cada administración municipal que inicia.
La alcaldesa de San Pedro, por méritos propios, ya se ganó su lugar y es parte de la agenda del gobernador de Puebla.