Aunque en la reunión de hace unos días entre el gobernador Alejandro Armenta Mier y el secretario de Salud del estado, Carlos Alberto Olivier Pacheco, con el coordinador estatal de los Servicios de Salud del IMSS-Bienestar Puebla, Gerónimo Lara Gálvez, se dijo que los problemas de suministro de medicinas, alimentos y material de curación estaban resueltos, la realidad es diferente.
En los hospitales generales e integrales de Puebla, que pasaron al IMSS-Bienestar, las carencias de servicios e insumos básicos como agua purificada, gas, papel higiénico, sanitas y material de curación como guantes, gasas y apósitos, siguen siendo la constante.
Uno de los problemas que complicó la situación fue la desaparición de un fondo para gastos operativos que manejaban los administrativos de los hospitales y que desapareció en diciembre, cuando éstos fueron transferidos al IMSS-Bienestar.
Todavía en noviembre les llegó la mitad de ese fondo, con el cual se cubrían algunos gastos como el pago de gas, agua purificada y otros materiales y artículos de curación y hospitalarios, que hoy los familiares de los pacientes deben comprar para su tratamiento y atención.
Los reclamos por la falta de medicamentos, material de curación y otros insumos básicos se ven y los resienten los heridos o enfermos que llegan a las áreas de urgencias, donde se quejan con los médicos y enfermeras y éstos con sus superiores y los encargados de piso de cada hospital.
Estos tienen que sortear todos los días con los reclamos de los pacientes y sus familiares porque no hay agua caliente, ni papel higiénico en los sanitarios, porque los alimentos son escasos y de baja calidad, o porque la única forma que sus enfermos reciban atención es que ellos proporcionen el material de curación y los medicamentos que el IMSS-Bienestar no suministra.
¿No que con la transferencia de los hospitales y centros de salud del sector salud del estado al IMSS-Bienestar las cosas iban a mejorar?
Visto está que no.
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¿Cómo alguien que fue parte de los gobiernos que supuestamente entregaron decenas o cientos de concesiones de transporte público a funcionarios de esas administraciones, va a resolver ahora —en los tiempos de la Cuarta Transformación poblana— los problemas de movilidad, chatarrización y contaminación que generan estas unidades?
La pregunta anterior viene a cuento por el nombramiento de Cynthia Chávez Ríos como subsecretaria de Movilidad y Seguridad Vial del estado de Puebla.
#PorAmorAPuebla | Silvia Tanús, titular de la Secretaría de Movilidad y Transporte entregó los nombramientos correspondientes a Cynthia Chávez Ríos como subsecretaria de Movilidad y Seguridad Vial; así como a Juan Manuel Vega Rayet como subsecretario de Transporte y Vías de… pic.twitter.com/U0liK2NLYg
— Gobierno de Puebla (@Gob_Puebla) December 17, 2024
Cynthia Chávez fue subsecretaria durante el gobierno de Rafael Moreno Valle, titular de la Comisión de Transición de la Secretaría de Infraestructura y Transporte, y directora de Transporte Masivo de Carreteras de Cuota Puebla (CCP) en el gobierno de José Antonio Gali Fayad.
La duda mata: ¿Para qué repatriaron de León, Guanajuato, a Cynthia Chávez, acaso para desenmarañar a las mafias del transporte público, para que revele quiénes son los influyentes que tienen 500 y 300 concesiones cada uno, o para que diga cuál de las líneas de RUTA se hicieron al amparo de la corrupción, el abuso de poder y los sobrecostos?
Son preguntas, que conste.
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