En un operativo conjunto, elementos de la Policía Federal y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) intentaron desalojar a los policías estatales atrincherados que se mantienen en paro de labores en el cuartel del municipio de Santa María Coyotepec desde el pasado 30 de enero.
El resultado del fallido intento fue de cinco policías heridos por esquirlas de arma de fuego que rebotaron en el suelo, además los federales retuvieron a dos agentes municipales y los paristas a cuatro de la PF.
Horas después se intercambiaron a los agentes retenidos.
Entre los policías estatales que consiguieron ser liberados está Isis Vázquez, cesada en sus funciones, junto con otras 20 personas, por insubordinación entre las filas de la SSP al promover el paro y toma del cuartel policiaco.
En medio de un ambiente de tensión, los bandos policiacos permanecen afuera del cuartel. Por un lado, los paristas colocados en valla, y a unos metros de distancia, los agentes federales y estatales de investigación reagrupados en espera de órdenes.
De acuerdo con los primeros reportes, elementos de la Policía Federal y de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI), durante la madrugada de ayer, alrededor de las 3:30 horas, pretendieron ingresar al cuartel para desalojar el inmueble que desde hace una semana ocupan los inconformes como medida de presión ante la supuesta falta de respuestas a sus demandas laborales.
Por su parte, el gobierno del estado confirmó esta mañana la acción policiaca que involucró a un grupo de 500 elementos de la Policía Federal y de la AEI para desalojar “a los elementos insurrectos apostados dentro del cuartel hace 13 días”.
No obstante, reconoció, “el operativo fue repelido con armas de fuego por un grupo de entre 250 a 300 elementos insurrectos de la Policía Estatal, que se encontraban atrincherados en las instalaciones policiales, en posesión de 3 mil 434 armas largas y cortas, y más de 500 mil cartuchos de diferentes calibres, así como equipo táctico y vehículos de la corporación”.
Según el reporte oficial, “fuentes de inteligencia revelan que al enterarse de una eventual suspensión de salarios, los policías amotinados, bajo el mando del policía Jeyco Pérez Morales, pretendían realizar movilizaciones y actos de presión en oficinas gubernamentales y sitios públicos, fuertemente armados y en vehículos oficiales, a fin de forzar a la Secretaría de Seguridad Pública a pagarles su quincena, además de iniciar una escalada de desestabilización que pondría en riesgo a la población”.
Ante estos hechos, el gobierno estatal hizo un llamado a los elementos amotinados a entregar sus armas para instaurar el Estado de derecho y no poner en riesgo la integridad de la población.
Horas después el comisionado general de la Policía Federal, Enrique Francisco Galindo Ceballos, ingresó al cuartel para negociar con los paristas. El diálogo continuaba hasta el cierre de esta edición.
Por la tarde, elementos del Ejército ingresaron a las instalaciones del cuartel de la Secretaría de Seguridad Pública para requisar más de 3 mil 500 armas resguardadas.
Una fuente extraoficial refirió que los soldados también tenían la encomienda de recuperar las armas que una centena de policías estatales paristas quitaron a los efectivos de la Policía Federal cuando éstos, junto con agentes estatales de Investigación, pretendieron desalojar a los inconformes.