Un acuerdo de paz para el este de Ucrania se alcanzó ayer luego de una maratónica reunión entre los mandatarios de ese país, Rusia, Francia y Alemania, que permitiría al gobierno de Kiev retomar el control de sus fronteras con Rusia hacia finales de este año.
No obstante, al anunciar el plan, Ucrania y Rusia disintieron acerca de lo convenido exactamente; mientras el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo que el acuerdo dispone un estatus especial para las regiones separatistas y disposiciones para discutir las preocupaciones fronterizas, su homólogo ucraniano, Petro Poroshenko, dijo que no había ningún acuerdo sobre autonomía ni federalización para el oriente de Ucrania, entre otras discrepancias.
Aún en el cese al fuego parece no haber certezas, ya que los dos mandatarios disienten en torno a la la situación de la ciudad de Debaltsevo, en poder del gobierno central. Putin llamó a los soldados ucranianos rodeados por separatistas en esa ciudad, en el este de Ucrania, a “deponer sus armas” para que el alto al fuego entre en vigor, ya que los “parten desde luego del principio de que este grupo depondrá las armas” antes del alto el fuego”.
“Fue una negociación difícil y prevemos que el proceso de implementación no será fácil”, declaró Poroshenko en una rueda de prensa por separado.
Pese a lo anterior, la canciller alemana Angela Merkel, quien fungió como mediadora de las partes en conflicto junto con el presidente francés, François Hollande, dijo que “ahora tenemos un atisbo de esperanza (…) pero deben tomarse las medidas concretas y todavía enfrentamos obstáculos grandes. Pero, en perspectiva, puedo decir que lo que hemos logrado permite abrigar significativamente más esperanzas que si no hubiésemos conseguido nada”.
El gobierno de Estados Unidos dio una bienvenida más bien cauta al pacto de Minsk: “El acuerdo representa potencialmente un avance importante para una solución pacífica del conflicto”, dijo la Casa Blanca en un breve comunicado, en el que subrayó que “el cese al fuego debe aplicarse y respetarse”.
Por su parte, la Unión Europea anunció ayer que confirmará el próximo lunes las sanciones contra ciertos responsables rusos y rebeldes en Ucrania, a pesar del acuerdo de cese al fuego. Dichas sanciones, cuya adopción fue ratificada el lunes pasado, habían sido aplazadas una semana para dar tiempo a los negociadores.