Ha pasado poco menos de un mes de la llegada de Alejandro Armenta al gobierno de Puebla, y ya en las acciones se puede vislumbrar el estilo de su administración y la tinta de lo que será el sello que marcará los próximos 6 años en el estado.
La visita de la Presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, dentro de los primeros días de su mandato habla de la estrecha colaboración y comunicación entre los órdenes de gobierno, que no solo darán salida a los programas sociales, sino que impulsarán grandes proyectos para Puebla y atenderán las demandas de la ciudadanía.
Y es que en Puebla las declaraciones (o indicaciones para los que leen política) de la mandataria federal se ven ya traducidas en realidad: mientras que la presidenta dice “es tiempo de las mujeres”; en la entidad las mujeres dirigen el Poder Judicial, el Congreso del Estado, la Comisión de Derechos Humanos, el Instituto Electoral del Estado y la Fiscalía General, además de que gobiernan en muchos de los municipios más importantes, tienen la titularidad de secretarías y puestos relevantes en el gobierno estatal, y así, en esa línea, muchas cosas; como el programa de reactivación de la vivienda, los apoyos del bienestar, el tema del agua, la seguridad y un largo etc…
En materia de seguridad, por ejemplo, el reforzamiento de los cuerpos policiacos, su equipamiento y la respuesta inmediata pretenden ser la línea que guíe el curso; desde la entrega de patrullas en el minuto uno, hasta la resolución de conflictos o situaciones prioritarias en colaboración con las distintas autoridades, el combate frontal a la delincuencia ya brinda resultados con la reducción del 60 por ciento de homicidios en la entidad, además de detenciones y aseguramiento de tomas clandestinas.
La atención de los municipios y las necesidades de estos serán atendidas de manera específica y con profundo análisis de las prioridades, sin filias ni fobias. En los primeros días de su mandato, Armenta visitó once municipios en los que destacó la obra social en beneficio de los distintos habitantes de Acatzingo, Izúcar de Matamoros, Tepeaca, la Ciudad de Puebla, Atlixco, Tehuacán, Libres, Oriental, Huejotzingo, Huauchinango y Chignahuapan.
Inauguró puentes, atendió a los abuelitos, entregó cobertores, reuniones en corto con los ediles de la zona… todo muy planchado para ir dándole una primera vuelta al estado e ir preparando lo que serán los primeros cien días de su gobierno.
Con el agua y el medio ambiente como ejes prioritarios de la administración para lograr el rescate del río Atoyac y con la educación y la creación de al menos cinco nuevas universidades en el estado como las columnas del llamado segundo piso de la Cuarta Transformación, se comienzan a trazar los proyectos y las obras que se ejecutarán de manera transversal con miras a 2030.
Algo que también pudimos ver, fue la atención a los grupos vulnerables de mano de la presidenta del Sistema Estatal DIF, Ceci Arellano, que jugará un papel sumamente importante en el desarrollo del estado con la atención a los niños, niñas y adolescentes, así como a los adultos mayores, que ya durante la época decembrina fueron el centro de las primeras acciones de gobierno.
Y así durante este primer mes, que parecía de vacaciones para la mayoría de los poblanos, comenzaron los seis años de Alejandro Armenta, a tambor batiente, con las mañaneras y el Sicom como instrumento de difusión del trabajo que se realizará; de la mano de José Luis García Parra, quien se apunta como uno de los personajes más relevantes durante el sexenio, con los secretarios de estado por fin trabajando y no buscando reflectores como ocurría con anterioridad, y eso sí, también con muchos pendientes que atender en favor de las y los poblanos, que exigen a gritos, estabilidad y resultados.