El gobierno de Siria, en colaboración con Rusia, ha intensificado los bombardeos en las provincias de Idlib y Hama. Según el Ministerio de Defensa sirio, los ataques han dejado “decenas de terroristas muertos y heridos”, además de destruir armamento y equipamiento militar perteneciente a grupos rebeldes, encabezados por Hayat Tahrir al Sham (HTS).
Estos bombardeos son una respuesta directa a la reciente ofensiva de grupos yihadistas y rebeldes en Alepo, que obligó a las tropas gubernamentales a replegarse. Mientras tanto, el Mando Militar de Operaciones, una coalición rebelde que incluye a HTS y facciones respaldadas por Turquía, afirmó haber matado a 50 miembros de las fuerzas del régimen en ataques recientes en Hama.
Hasán Abdulghani, un comandante rebelde, destacó que los grupos rebeldes continúan avanzando en los alrededores de Hama, aprovechando “los colapsos en las filas del régimen”. El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos confirmó combates intensos en la zona y aseguró que HTS ha tomado varias localidades estratégicas, como Taibat al Imam, Halfaya y Maardis, aunque el régimen no ha reconocido estas pérdidas territoriales.
Por otro lado, el presidente de la Coalición Nacional para las Fuerzas de la Oposición y la Revolución Siria (CNFORS), Hadi al Bahra, señaló que las ofensivas rebeldes buscan presionar al régimen de Bashar Al Assad para que participe plenamente en el proceso político estipulado en la resolución 2254 de la ONU. Durante una conferencia en Turquía, Al Bahra explicó que estas operaciones son una respuesta a los ataques del régimen contra Idlib y al incremento de refugiados desplazados por el conflicto.