Donald Trump, presidente electo de Estados Unidos, anunció que Elon Musk, el multimillonario y CEO de Tesla y SpaceX, será el responsable de encabezar el nuevo Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE) junto al empresario Vivek Ramaswamy.
El objetivo de este nuevo departamento es reducir la burocracia y mejorar la eficiencia en la administración federal. La elección de Musk, quien ha sido un firme defensor de la innovación y la reducción de gastos, ha generado inquietud, especialmente considerando que sus empresas mantienen contratos gubernamentales en sectores como el automotriz y el aeroespacial.
Reformas estructurales y reducción de gastos
Trump ha señalado que el Departamento de Eficiencia Gubernamental impulsará “reformas estructurales a gran escala” para simplificar el funcionamiento del gobierno federal, recortar gastos innecesarios y reorganizar diversas agencias.
Tanto Musk como Ramaswamy han manifestado anteriormente su apoyo a una gestión austera y eficiente, defendiendo la idea de reducir el tamaño de la administración federal, lo que podría significar la disminución de personal y una revisión de las regulaciones vigentes.
Preocupación por los contratos de Musk con el gobierno
La cercanía de Musk con la futura administración de Trump ha despertado preocupaciones debido a sus relaciones comerciales con el gobierno federal.
Empresas como Tesla y SpaceX, bajo su dirección, tienen contratos en áreas estratégicas, lo que podría plantear conflictos de interés en la implementación de políticas federales. Sin embargo, Trump ha enfatizado la confianza en Musk y su compromiso para trabajar en favor de los intereses de Estados Unidos.
Nuevas designaciones en el gabinete de Trump
Además del nombramiento de Musk, Trump ha designado al veterano y presentador de Fox News, Pete Hegseth, como secretario de Defensa. Hegseth liderará el Pentágono, mientras que John Ratcliffe, exdirector de Inteligencia Nacional, estará al frente de la CIA.
La gobernadora de Dakota del Sur, Kristi Noem, ha sido nominada como secretaria del Departamento de Seguridad Nacional (DHS), reforzando el enfoque de Trump en una política migratoria estricta.