El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha iniciado la planificación de sus primeras acciones ejecutivas y la conformación de su equipo de gobierno para su regreso a la Casa Blanca en enero.
Con el fin de mantener sus promesas de campaña, Trump y su equipo se encuentran en modo de transición, discutiendo decretos sobre temas como la frontera sur y la energía, además de explorar candidatos para roles clave en su administración.
Primeros decretos: migración y energía
Según el asesor Jason Miller, uno de los primeros decretos de Trump al asumir el poder será enfocado en la “seguridad fronteriza”, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas en la frontera con México.
Si bien Miller no detalló el alcance de este “cierre fronterizo”, el anuncio ha generado preocupación, ya que se especula que podría incluir la implementación de tarifas a las importaciones mexicanas si el país vecino no colabora con el control migratorio, una medida que podría complicar las relaciones comerciales bajo el T-MEC.
En cuanto a la energía, Trump planea otro decreto para impulsar la producción de petróleo en el país, reduciendo costos y fortaleciendo el sector energético local. Esta iniciativa ha alarmado a defensores de la transición verde, preocupados por el impacto ambiental que podría ocasionar esta política enfocada en combustibles fósiles.
Candidatos para el gabinete: Rubio, Cotton y Kennedy Jr.
Además de sus planes de decretos, Trump evalúa a figuras para su gabinete. Entre los posibles candidatos para el Departamento de Estado está el senador republicano Marco Rubio, conocido por su influencia en la política exterior y su enfoque en Latinoamérica durante el primer mandato de Trump.
Otros nombres incluyen a Rick Grenell, exdirector de inteligencia nacional, y Bill Hagerty, exembajador en Japón.
Para la Secretaría de Defensa, suena con fuerza el senador Tom Cotton, mientras que para el Departamento del Tesoro se barajan los nombres de John Paulson y el asesor económico Scott Bessent. Por su parte, el conocido antivacunas Robert Kennedy Jr. podría asumir un rol en sanidad, posiblemente en regulación de alimentos y medicamentos.