@imagenpoblana
Uno de los 17 desaparecidos por las que la Procuraduría General de la República ofreció una recompensa de 1.5 millones de pesos para brindar información que permita dar con su paradero o de los responsables, es originario del estado de Puebla.
Se trata de Marco Antonio Orgen, de 57 años de edad, originario de Huauchinango, y quien fue visto por última vez el 17 de noviembre de 2013, en ese municipio del estado. Por esta persona, la recompensa es de 1 millón 500 mil pesos.
De las 17 personas hay ocho féminas buscadas, que son en su mayoría del norte del país, de estados como Chihuahua, y que fueron víctimas de secuestro y de prostitución, estuvieron en algún momento en el estado de Puebla atrapadas por sujetos dedicados a la trata de personas.
Este lunes la PGR publicó información sobre las recompensas a quienes den información veraz para localizar a ocho mujeres desaparecidas, a sus captores y a los responsables de los delitos de homicidio y trata de otras dos.
Los documentos, publicados en el Diario Oficial de la Federación, precisan que el monto es de hasta un 1 millón 500 mil pesos por la localización de cada una de las víctimas y una cifra igual por datos para identificar, localizar y aprehender a los probables responsables de los delitos de privación ilegal de la libertad y los que resulten.
De acuerdo con la PGR, las víctimas son: Jessica Ivonne Padilla Cuellar, Nancy Iveth Navarro Muñoz, Grisel Paola Ventura Rosas, María de la Luz Hernández Cardona, Gabriela Espinoza Ibarra, Griselda Mares Mata, Silvia Arce y Janeth Paola Soto Betancourt.
Además de víctimas de trata de personas, en la modalidad de explotación sexual, lenocinio y los que resulten en agravio de Yanira Frayre Jaquez e Idaly Juache Laguna.
De esa lista, según las pesquisas federales, desde el año 2011 son buscadas dos de ellas, quienes fueron vistas por última vez hace cuatro años en los estados de Michoacán y Puebla. Ellas son Paola Ventura Rosas que tenía 17 años y Nancy Iveth Navarro Muñoz de 18.
Información del Comité de Madres de Mujeres Desaparecidas señala que varias de las víctimas estuvieron en manos de bandas de tratantes de personas.
Las pistas indican que llevaron a sus víctimas a Puebla, Oaxaca, Tlaxcala y Tijuana.
Las jóvenes fueron llevadas a un lugar donde fueron encerradas y del que ya no pudieron. Algunas fueron víctimas de explotación sexual.




