Desde el primer año del trienio era de dominio público el distanciamiento entre el edil Pedro Tepole Hernández y Paulina Enecoiz Garci-Crespo, la síndica de Tehuacán; pero nadie se imaginaba que esa relación iba a terminar en un ambiente de abierta confrontación y con signos de violencia, luego de que la segunda acusó al presidente municipal de intentos de agresión y por eso anunció que no pisará el ayuntamiento en lo que resta de la actual gestión. Tal situación plantea una pregunta básica ¿Qué factores exacerbaron los ánimos cuando la actual administración concluye en pocos días?
Conocedores de los entretelones del gobierno de esa ciudad sostiene que “la gota que derramo el vaso” habría sido que el grupo de Pedro Tepole descubrió que Paulina Enecoiz Garci-Crespo, desde hace varias semanas y con toda la discreción posible, estaría aportando información valiosa y comprometedora del actual ayuntamiento al alcalde electo de Tehuacán, Alejandro Barroso Chávez.
Para nadie es un secreto que en la pasada campaña electoral brotó un fuerte encono personal entre Tepole y Barroso, luego de que ambos contendieron por la alcaldía bajo la postulación de los partidos de la 4T, y que esa mala relación se ha prolongado hasta la fecha actual, lo cual ha llevado a que le estarían restringiendo mucha de la información oficial del ayuntamiento al próximo edil de la segunda ciudad más importante del estado.
Se dice que, como parte de ese pleito, el actual gobierno estaría buscando dejarle activados una serie de conflictos a Barroso.
Entre esos conflictos destaca: una serie de incumplimientos laborales con los trabajadores municipales y su sindicato, como es que no se formalizó la entrega de plazas a varios empleados y que se supone que eran parte de un acuerdo con la representación gremial.
Y también ha trascendido que, para librarse de ese supuesto intento de desestabilización de su próximo gobierno, Barroso estaría promoviendo –a través de terceros– la creación de un nuevo sindicato del ayuntamiento de Tehuacán, para que los trabajadores municipales abandonen la organización gremial que dirige Verónica Jiménez García, quien tiene la titularidad de la relación laboral con la comuna tehuacanense.
En ese esfuerzo de crear un nuevo sindicato, se dice, que estaría colaborando la síndica Paulina Enecoiz Garci-Crespo.
Además, la titular de la Sindicatura estaría suministrando información valiosa que documenta posibles anomalías financieras de la gestión de Tepole.
“Si le rascan le van a encontrar”, es lo que se dice en los pasillos del ayuntamiento de Tehuacán, pues es más que evidente lo ocurrido en el actual trienio: el gobierno gastó mucho dinero, pero casi nada funcionó en la administración de Tepole Hernández.
El actual alcalde se va del cargo dejando a la ciudad sin recolección de desechos, sin relleno sanitario, con altos niveles de delincuencia, con mala calidad de obras que no resistieron la presente temporada de lluvias, muchos semáforos descompuestos, sin festival de la Ciudad y de Mole de Caderas, y con un incumplimiento del grueso de sus promesas de campaña.
Paulina Enecoiz está protegida
Nadie sabe bien que factores específicos distanciaron y confrontaron al alcalde y la síndica municipal.
Se cree que el conflicto inicial derivó de que, en el primer año de gobierno, Tepole le gustaba ausentarse constantemente o desatenderse de muchos asuntos del ayuntamiento.
Quien mandaba, gritaba y tomaba decisiones en la Comuna tehuacanense, sin tener facultades para ello, era Ana Lilia Tepole Armenta, la hija del alcalde, quien recientemente se estrenó como diputada plurinominal de Morena, luego de que los tribunales electorales le quitaron tres lugares en el Congreso local a la oposición y se los reasignaron a la 4T.
Esa supuesta intromisión de Ana Lilia Tepole habría causado los primeros roces entre el alcalde y la titular de la Sindicatura.
Enecoiz Garci-Crespo es muy reservada. No le gusta hablar con la prensa y no hace púbicas las razones de su comportamiento. Lo cierto es que la llamada “abogada del pueblo” se volvió un auténtico contrapeso del gobierno de Tepole y votó en contra de casi todos los asuntos que el alcalde sometió a la consideración del Cabildo.
Fue tanto el enojo del alcalde con la actitud de Enecoiz que, de un día para otro, sin consultarle nada, el alcalde despidió al personal del área jurídica de la Sindicatura. En su lugar, le puso a nuevos trabajadores que obedecían órdenes del secretario general de la Comuna, Edgar Fidel Cruz Trujillo, e ignoraban a la síndica municipal, quien en una sesión de Cabildo reclamó que le negaban información oficial del ayuntamiento.
En algún momento, se supo que “la abogada del pueblo” habría presentado una denuncia penal por violencia política de género contra el alcalde. Por su carácter poco comunicativo, no se ha podido saber el estado que guarda ese recurso legal.
¿Hacia dónde marcha este conflicto? La posible respuesta es la siguiente:
En menos de dos semanas concluye las gestiones municipales. A partir del próximo 15 de octubre, Tepole se queda sin cargo, sin presupuesto y sin equipo jurídico. Y por si fuera poco tiene en su contra al nuevo alcalde y a la todavía síndica del ayuntamiento. Eso lo coloca en un estado alto de vulnerabilidad.
Sobre todo, cuando en Tehuacán hay un ánimo en la opinión pública de pedir que no quede impune el mal manejo que hubo del ayuntamiento en los últimos tres años.
En cambio, Paulina Enecoiz Garci-Crespo parece quedar mejor protegida. Ella es prima de Olga Lucia Romero Garci-Crespo, la actual presidenta estatal de Morena, quien a partir de diciembre será parte de la administración del nuevo gobernador, Alejandro Armenta Mier.
Paulina Enecoiz Garci-Crespo es la suplente de la diputada federal María del Rosario Orozco Caballero, la viuda del exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
Y al parecer, quedaría “bien parada” con el próximo alcalde Alejandro Barroso, quien “trae ganas” de que su antecesor, Pedro Tepole, sea sancionado.