De la centena de acciones, compromisos y obras estratégicas que ayer hizo la primera presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, hay cuatro que vale la pena resaltar porque tendrán un efecto directo y casi de inmediato sobre la entidad poblana:
La construcción de la línea férrea de pasajeros México—Puebla—Veracruz; la ampliación de la súper carretera en el tramo que va de Puebla a Amozoc, punto conflictivo en ambos sentidos por la saturación de vehículos particulares, de transporte y de carga; la limpieza del Río Atoyac, en el que se han invertido millones de pesos sin lograr su saneamiento; y el ordenamiento de las concesiones y transmisión de derechos de agua como la que tiene en la zona metropolitana el Consorcio Agua de Puebla para Todos y/o Concesiones Integrales SA de CV.
Estas obras y acciones son sin duda una buena noticia, después del sexenio de Andrés Manuel López Obrador donde no hubo proyectos importantes para Puebla, pero sí para otras entidades del sureste del país como el Tren Maya, la Refinería Olmeca de Dos Bocas, el Corredor Interoceánico y el Tren Transístmico.
La presidenta Claudia Sheinbaum no parece tener al estado de Puebla entre sus prioridades, a juzgar por la ausencia de poblanos en su gabinete legal y ampliado, y los programas y proyectos de alto impacto que ayer por la tarde anunció en el Zócalo de la Ciudad de México.
Por lo que dijo en su toma de posesión y en su mensaje en Palacio Nacional, las grandes obras de infraestructura, de desarrollo urbano, de vialidades carreteras y de vías ferroviarias de pasajeros y de carga, así como de puertos, aeropuertos, parque industriales, vivienda social y de energías renovables, fotovoltaicas, eólicas e hidráulicas, no se ejecutarán en Puebla, sino en otras entidades como el Estado de México, Hidalgo, Querétaro y Sonora.
Ahora que se conocen los 100 compromisos de la presidenta Sheinbaum, el gobernador electo de Puebla, Alejandro Armenta Mier, debería ver la manera de aterrizar algunos de estos —además de los cuatro arriba mencionados— en el territorio poblano.
¿Como cuáles?
Como los parques industriales mediante la reactivación de La Célula y Ciudad Modelo, la instalación en Puebla de la planta de autos de bajo costo que anunció con tecnología mexicana y de una planta ensambladora de vehículos eléctricos encaminada a acelerar la transición a la electromovilidad, la construcción de una de las 10 plantas de reciclaje de basura y separación de residuos, y la modernización y ampliación del aeropuerto Hermanos Serdán, entre otros.
Ojalá el gobernador Alejandro Armenta y quienes integrarán su gobierno se pongan las pilas y pueden convencer a la presidenta Sheinbaum de aterrizar estos proyectos en Puebla, ya que, de lo contrario, la entidad seguirá rezagándose y perdiendo competitividad frente a otros estados del país.
Ojalá.
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