El robusto grupo parlamentario de Puebla, de la 4T, tiene un grave problema: no cuenta con un líder, o por lo menos, un representante que hable en nombre de la facción de diputados federales poblanos.
Una situación crítica porque se carece de un líder que haga las funciones de unificar criterios parlamentarios, de desempeñarse como enlace con el poder político del estado de Puebla y sobre todo, garantice la unidad, la cohesión, entre los 18 diputados de la 4T.
Se ha planteado la posibilidad de nombrar un enlace entre el grupo parlamentario y el futuro gobierno del mandatario estatal, Alejandro Armenta Mier, pero no ha cuajado una propuesta.
Quien tendría que ser el líder del grupo es Alejandro Carvajal Hidalgo –que representa el distrito 6 de la ciudad de Puebla–, por ser fundador de la 4T, lleva 3 elecciones ganadas de manera consecutivas y es parte de la corriente de Alfonso Ramírez Cuéllar, quien es líder del Barzón y vicecoordinador parlamentario de la Cámara de Diputados.
Sin embargo, los legisladores que provienen del PRI y algunos de Morena se ha dedicado a intrigar en contra de Carvajal.
Se sabe que se quiso impulsar las figuras de Adolfo Alatriste Cantú e Ignacio Mier Buñuelos, pero no gustó a los diputados que están arraigados en Morena.
Era de esperarse esta situación en un grupo en que hay 16 diputados de mayoría y dos plurinominales, con una enorme diversidad de orígenes políticos y que fueron postulados en el pasado proceso electoral por tres fuerzas partidistas, de tal manera que 13 ganaron bajo las siglas de Morena, 2 del PT y 3 del PVEM.
Aunque el mayor problema radica en los egos, las vanidades y viejas rivalidades que caracterizan a dos terceras partes de los diputados federales de la 4T poblana. Esa situación, desde ahora, advierte que será casi imposible que pueda surgir la figura de un líder o coordinador en los próximos tres años.
Solo hay que tomar en cuenta los siguientes datos:
Un tercio de los legisladores poblanos es la primera vez que “pisan el terreno de la 4T”, pues antes fueron parte de otras expresiones políticas.
Incluso algunos de ellos, apenas hace unos años, combatían al movimiento lopezobradorista.
Como son los casos de los ex priistas Juan Antonio González Hernández del distrito de Libres, Eduardo Castillo López de Izúcar de Matamoros y Adolfo Alatriste Cantú de Ajalpan. El ex perredista y morenovallista José Antonio Gali López del distrito 9 de Puebla; y María de los Ángeles Ballesteros García de Teziutlán, que hace algunos años estaba más identificada con el PAN.
También está el caso de Maiela Martha Gabriela Gómez Maldonado, que es diputada federal plurinominal y antes fue legisladora local de Nueva Alianza, cuando este partido estaba alineado a los intereses del ex gobernador Rafael Moreno Valle Rosas. Ahora es parte de la facción del controvertido empresario Pedro Haces Barba, el fundador del instituto Fuerza por México.
O Mario Miguel Carrillo Cubillas del distrito de Atlixco que, aunque siempre ha sido de Morena y ya repite como diputado federal de la 4T, nunca ha hecho política en Puebla. Sus posiciones las obtiene por ser sobrino de Mario Delgado Carrillo, el presidente nacional de Morena.
Hay casos de fuertes rivalidades, como es la relación entre la ex edil de la capital y ahora diputada por Tepeaca, Claudia Rivera Vivanco, con Rosario Orozco Caballero de Tehuacán y viuda del ex gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta.
Es cierto que entre ellas nunca ha habido roces, diferencias públicas, pero si hubo un fuerte enfrentamiento en el pasado entre la ex presidente municipal de la ciudad de Puebla y Barbosa Huerta, cuando ambos coincidieron como gobernantes.
A su vez, Claudia Rivera aparentemente tendría importantes distancias con morenistas que fueron parte del grupo de Luis Miguel Barbosa, como son los casos de Nora Merino Escamilla del distrito 12 de Puebla, José Antonio López Ruiz del distrito 11 de Puebla, Vianey García Romero de San Martín Texmelucan y Karina Pérez Popoca de San Pedro Cholula.
Ignacio Mier Bañuelos de Ciudad Serdán, no solamente viene del morenovallismo, sino que no encaja con la mayoría de los diputados de Puebla, que se identifican con el gobernador electo Alejandro Armenta. El primero de ellos es uno de los resabios de la corriente de su padre Ignacio Mier Velazco, actual senador, que fracasó en su intento de ser el candidato de la 4T a la titularidad del Poder Ejecutivo poblano.