¡Llévelo, llévelo!…
Síntoma inequívoco de su decadencia en todos los sentidos, el PAN Puebla ha decidido vender -rematar más bien- la vieja casona que por muchos años fue la sede de su Comité Directivo Estatal (CDE).
Una manta de: “SE VENDE”, con los números telefónicos de la inmobiliaria que ha sido comisionada para moverla en el mercado, ya cuelga sobre la fachada del inmueble ubicado en la 17 Poniente número 1106, entre 11 y 13 Sur, en el Barrio de Santiago, en Puebla capital.
El mismo inmueble que fue testigo mudo de buena parte de la historia del blanquiazul poblano.
No hay claridad sobre si el Consejo Estatal autorizó o mandató a la presidenta del partido, Augusta Valentina Sánchez Díaz de Rivera, para deshacerse de este activo.
El PAN se mueve en total opacidad; no informa, no comunica nada de forma institucional, acaso sólo sus miserias y eso, a través de filtraciones.
Lo único cierto, como me dicen varios militantes de esa fuerza política que fracasó estrepitosamente en el pasado proceso electoral, es que el PAN arrastra muchas deudas, producto de una pésima gestión política y administrativa por parte de la citada dirigente; el secretario general del CDE, Marcos Castro Martínez, y el tesorero, José de Jesús Guillermo Cortés Rojas.
Con algo hay que pagar la elevada nómina de los integrantes de la nomenklatura panista –recientemente se subieron los sueldos mensuales-.
Con algo hay que superar el derroche con la (inoportuna) construcción de un nuevo edificio -cuando el partido tenía otras necesidades más apremiantes-.
Con algo hay que cubrir las elevadas multas aplicadas por el INE por errores, deficiencias y presunta malversación con las prerrogativas.
Con algo hay que hacer frente a los millonarios gastos de la campaña a la gubernatura -que a la postre de poco sirvieron porque, como se sabe, fueron aplastados por Morena-.
Información de ZAI Inmobiliaria indica que la casona consta de un terrero de 643.52 metros cuadrados.
Tiene un frente de 14.97 metros.
Un fondo de 43.75 metros.
Y una superficie total construida de 540 metros cuadrados, aproximadamente.
El PAN pide 6 millones 900 mil pesos por el inmueble, pero si se hace una oferta menor, “se puede negociar”.
Como recuerdan algunos militantes, no una, varias veces se dijo que el viejo edificio del CDE no se vendería.
Tanto para conservar un inmueble con una fuerte carga simbólica -dado todo lo que ahí se vivió-, como porque allí, supuestamente, se habilitaría un centro de capacitación para nuevos cuadros.
El plan, si es que algún día lo hubo, ya fue sepultado.
El vetusto edificio cuenta con una bodega de unos 140 metros cuadrados, con techo de lámina.
Esa área, en tiempos de Martha Erika Alonso, se habilitó para albergar el Archivo Histórico del PAN Puebla.
Fue el politólogo Luis Enrique Palacios -autor, por cierto, de un libro bastante completo sobre la historia del partido en el estado- el comisionado para darle orden, forma y estructura.
Dicho archivo contiene muchos datos valiosos, o que deberían ser muy valiosos para los panistas, como las cédulas originales de afiliación de todos los militantes desde su fundación en Puebla.
Es una memoria en papel cuyo destino -y estado de conservación- hoy se desconoce por completo.
El PAN poblano está en crisis, no sólo política.
Es quizá la peor y más profunda crisis de su historia moderna.
La puesta en venta de su viejo edificio del Barrio de Santiago es solo una pequeña muestra de ello.
¡Llévelo, llévelo!…