Tras la suspensión de la planta de Tesla en Monterrey, Nuevo León, el presidente Andrés Manuel López Obrador, minimizó la decisión del empresario Elon Musk al decir que “no es algo serio” y señalo una visión crítica sobre las motivaciones y el contexto de la decisión.
Dijo que se mantiene la confianza en que la planta llegue a Nuevo León, consideró que todo se trata de un plan para especular y generar ganancias.
“Esto la verdad no es serio porque no podrían hacerse los vehículos que se consuman en Estados Unidos en Estados Unidos. No es porque no tengan capacidad tecnológica y capital. Tienen una gran experiencia en producir automóviles, sino porque son muy altos sus costos de producción; entonces en Estados Unidos les afectaría a sus consumidores”, afirmó.
López Obrador indicó que la decisión se da en el contexto electoral de Estados Unidos. Ello, porque el candidato del Partido Republicano, Donald Trump, prometió restringir la importación de vehículos provenientes de México si gana las elecciones presidenciales.
“Esta declaración del presidente Trump se hace en el marco de las campañas y en las campañas hay mucha pasión, mucha retórica, se habla en demasía, pero no sólo en Estados Unidos, en cualquier país donde hay elecciones, ya cuando pasan las elecciones y se constituyen los gobiernos, ya es otra cosa”.
El mandatario mexicano consideró que “deben tener ellos otro plan de negocio o ya hicieron el negocio. Muchas veces estas empresas no producen, especulan. Dan a conocer una noticia y les va muy bien en las bolsas de valores, aumentan el precio de sus acciones y ya la producción pasa a segundo plano”.
El mandatario aprovechó para defender al gobernador de la entidad, Samuel García, quien aseguró no tiene ninguna responsabilidad en el anuncio hecho por Tesla: “No, pero no es culpa de él, no, no , no”. En tanto, confió en que el proyecto continúe después de noviembre cuando se defina la elección en Estados Unidos.