El Nuevo Frente Popular (NFP), una coalición de izquierda, ganó las elecciones legislativas en Francia, aunque no obtuvo la mayoría absoluta.
Tras un reñido balotaje, el NFP superó al bloque oficialista del presidente Emmanuel Macron y a la extrema derecha liderada por Marine Le Pen, según proyecciones de varios estudios demoscópicos presentados el domingo 7 de julio de 2024. La participación electoral alcanzó un 67%, una cifra récord en las últimas décadas.
El NFP logró entre 187 y 198 de los 577 escaños de la Asamblea Nacional, quedando la alianza oficialista Juntos en segundo lugar con entre 161 y 169 escaños. La Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen y sus aliados obtuvieron entre 135 y 169 curules, mientras que Los Republicanos (derecha tradicional) se aseguraron 63 asientos.
Estos resultados representan un revés significativo para Marine Le Pen, quien no logró la mayoría absoluta que parecía posible hace una semana y ni siquiera ganó, a pesar de las expectativas favorables de hace dos días.
La estrategia política de no dispersión de votos adoptada por todo el arco político para contener a la ultraderecha demostró ser efectiva, ya que RN había alcanzado el 33,15% en la primera vuelta. A pesar de no ganar, RN obtuvo un resultado histórico, superando con creces los 89 diputados de 2022 y los 8 de 2017.
Jean-Luc Mélenchon, líder del NFP, celebró los resultados, destacando que los votantes franceses evitaron “el peor escenario posible” al bloquear el avance de la ultraderecha. Mélenchon exigió a Macron que nombre a un primer ministro izquierdista, argumentando que los resultados confirman la derrota del presidente y su coalición.
En un discurso ante centenares de seguidores en la capital, Mélenchon instó a Macron a aceptar la derrota y a nombrar un primer ministro del NFP.
Por su parte, Emmanuel Macron pidió “prudencia” y celebró que su alianza de centroderecha “sigue bien viva”, a pesar de los resultados adversos.