Un huracán es una poderosa tormenta tropical caracterizada por vientos extremadamente fuertes que giran en forma de espiral alrededor de un centro de baja presión, conocido como el ojo del huracán.
Estas tormentas se forman sobre aguas cálidas cerca del ecuador y pueden alcanzar tamaños enormes, extendiéndose por cientos de kilómetros. Los huracanes se clasifican según la escala Saffir-Simpson, que va de categoría 1 (menos severos) a categoría 5 (más destructivos), basándose en la velocidad del viento y el daño potencial.
Durante su desarrollo, los huracanes absorben grandes cantidades de energía del océano, lo que les permite mantener su intensidad. Cuando llegan a tierra, pueden causar devastación debido a los fuertes vientos, marejadas ciclónicas (oleaje extremo que inunda áreas costeras) y lluvias torrenciales que provocan inundaciones. Sin embargo, también desempeñan un papel crucial en el equilibrio del clima al redistribuir calor y humedad por todo el planeta.
Recomendaciones
Estos son algunas recomendaciones que debes tener en consideración ante la llegada del huracán Beryl:
Plan de Protección Civil
Es importante coordinarse para definir las actividades preventivas que cada persona llevará a cabo. Asegura un lugar seguro para proteger a los animales y al equipo necesario durante la emergencia.
Realiza las reparaciones necesarias en techos, ventanas y paredes para prevenir daños significativos. Almacena fertilizantes e insecticidas en áreas impermeables y considera la logística para transportar a familiares enfermos, ancianos, niños o personas con discapacidades en caso de ser necesario.
Establece un punto de reunión predeterminado en caso de que se necesite separarse durante la emergencia.
Artículos de emergencia
Siempre es importante tener un botiquín de primeros auxilios para cualquier emergencia, sin embargo, considera los siguientes que de igual manera son importantes:
- Botiquín de primeros auxilios.
- Linterna de pilas.
- Baterías adicionales.
- Alimentos enlatados.
- Agua purificada o hervida en envases con tapa.
- Documentos personales (actas de nacimiento, matrimonio, cartilla del IMSS, papeles agrarios, identificaciones, CURP, etc.) guardados en bolsas de plástico para evitar que se mojen y puedas perderlos
Medidas de prevención
Antes de que llegue el viento, es importante asegurar todo lo que pueda ser lanzado por el viento. Fija y amarra adecuadamente cualquier objeto suelto, como macetas, botes de basura y herramientas, para prevenir daños.
Además, es crucial trasladar animales y equipo de trabajo a un lugar seguro donde estén protegidos de los efectos del viento y otros posibles peligros. Retira antenas de televisión, rótulos y cualquier objeto colgante que pueda convertirse en un peligro durante el viento fuerte.
Asegúrate de limpiar y despejar la azotea, los desagües, los canales y las coladeras antes de la tormenta para evitar obstrucciones que puedan causar problemas adicionales.
Quedarte en casa si es seguro
Si consideras que tu hogar es lo suficientemente fuerte, considera que para mantener la calma durante la tormenta, cierra puertas y ventanas y protege los cristales interiormente con cinta adhesiva en forma de X.
Prepara artículos de emergencia y asegúrate de tener a mano un radio de pilas para recibir información oficial y directrices. Prioriza la atención a niños, ancianos y enfermos que estén contigo durante la tormenta. Si el viento abre una puerta o ventana, no te acerques directamente a ellas.
Evacuación
Antes de que llegue el huracán, asegura tu casa y asegúrate de tener contigo los artículos indispensables. Mantén la calma y tranquiliza a tus familiares, ya que una persona alterada puede cometer errores que podrían poner en riesgo la seguridad de todos.
Desconecta todos los aparatos eléctricos y el interruptor de energía para evitar cortocircuitos y otros problemas eléctricos durante la tormenta. Cierra las llaves de gas y agua para prevenir fugas y otros daños que podrían ocurrir durante el huracán.
Después del huracán
Realiza una revisión exhaustiva de tu casa para garantizar que no haya peligros evidentes. Si tu vivienda no sufrió daños, es recomendable permanecer en ella.
Asegurarte de que no existan fugas ni riesgos de cortocircuitos. Antes de conectar aparatos eléctricos, asegúrate de que estén completamente secos. Colabora con tus vecinos para abordar y reparar los daños que hayan ocurrido.
Si hay acumulación de agua estancada, deséchala para prevenir la propagación de plagas de mosquitos. En caso necesario, solicita ayuda a brigadas de auxilio o autoridades locales. Si tu casa se encuentra en la zona afectada, no regreses a ella hasta recibir indicaciones claras de las autoridades.
Si vives en áreas propensas a deslizamientos como laderas, pendientes o montañas, mantente alerta y toma precauciones adicionales para evitar riesgos de deslaves.