Rusia ha tomado medidas drásticas al prohibir la emisión y el acceso por internet a 81 medios de comunicación europeos, como respuesta directa a las restricciones impuestas por la Unión Europea a medios rusos. Esta decisión, que entró en vigor recientemente, incluye a reconocidas entidades como la Agencia EFE y diversos medios españoles como El País, El Mundo y Televisión Española.
El conflicto se intensificó luego de que la UE impusiera sanciones a tres medios rusos el 17 de mayo, acusándolos de difundir información considerada no fidedigna sobre la operación militar en Ucrania. En respuesta, Rusia ha restringido el acceso a recursos en internet de medios europeos desde su territorio, afectando a publicaciones y canales de televisión prominentes en toda Europa, como Die Zeit, Der Spiegel, Le Monde, La Stampa, y otros más.
El Ministerio de Exteriores de Rusia ha justificado estas medidas como una respuesta necesaria ante lo que consideran una campaña de desinformación contra su país. Han subrayado que estas acciones son proporcionales a las adoptadas por la UE y están destinadas a contrarrestar lo que denominan como “acoso políticamente motivado” a los periodistas rusos en Europa.
María Zajárova, portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, había advertido previamente sobre posibles represalias si la UE continuaba con sus restricciones a los medios rusos. Esta escalada refleja un deterioro en las relaciones entre Rusia y la UE, con consecuencias significativas para la libertad de prensa y la diplomacia internacional.
La medida de Rusia no solo impacta la cobertura de la guerra en Ucrania, sino que también plantea interrogantes sobre la libre circulación de información y el acceso a una cobertura periodística independiente. Mientras tanto, la comunidad internacional sigue de cerca estos desarrollos, observando cómo evolucionará este conflicto y su impacto en el panorama mediático global.