El día martes, el mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, tomó la decisión de destituir a Jean-Paul Prates, presidente de la petrolera estatal Petrobras, tras meses de tensiones con ministros del gobierno. Prates había sido nombrado en enero de 2023 por Lula, poco después de asumir la presidencia del país.
Petrobras confirmó que Prates solicitó al Consejo de Administración, bajo control del gobierno, una reunión para considerar la terminación anticipada de su mandato como presidente de la mayor empresa de Brasil. Además, Prates expresó su intención de renunciar como miembro del Consejo de Administración de Petrobras.
Se rumorea que Lula propuso a Magda Chambriard como su sucesora. Chambriard, exdirectora de la Agencia Nacional del Petróleo durante el gobierno de Dilma Rousseff, cuenta con una vasta experiencia en el sector petrolero.
Jean-Paul Prates, con formación en Derecho y Economía y más de 30 años en el sector, lideró Petrobras enfocándose en su papel estratégico para el crecimiento económico del país. Durante su gestión, anunció un plan de inversiones de 102 mil millones de dólares hasta 2028 y revirtió políticas de precios implementadas durante el gobierno de Jair Bolsonaro.
Sin embargo, la petrolera enfrentó desafíos financieros, con una caída del beneficio neto en 2023 y en el primer trimestre de 2024. La crisis interna estalló por el reparto de dividendos extraordinarios de 2023, desencadenando la destitución de Prates, quien defendía la distribución de dividendos frente a la oposición del gobierno.
Esta decisión se produce en un contexto de devastadoras inundaciones en Rio Grande do Sul, que han dejado numerosas víctimas y damnificados en el sur de Brasil.