Las autoridades israelíes están preocupadas por la posibilidad de que la Corte Penal Internacional (CPI) emita órdenes de detención contra el primer ministro, Benjamín Netanyahu, junto con altos cargos como el ministro de Defensa, Yoav Gallant, y el jefe del Ejército, Herzl Halevi. Se alega que no hicieron lo suficiente para prevenir abusos cometidos por tropas israelíes durante el conflicto con Hamás en Gaza.
Según informes, el Ministerio de Justicia y los abogados del Ejército de Israel están trabajando para evitar estas órdenes judiciales. Además, Netanyahu y otros líderes buscan persuadir al fiscal general de la CPI, Karim Khan, para que retrase o detenga estas acciones .
Netanyahu ha expresado firmemente su postura en contra de cualquier intento de la CPI de socavar el derecho de Israel a defenderse. En una declaración reciente en Telegram, afirmó que las decisiones del tribunal no afectarán las acciones de Israel, pero podrían establecer un precedente peligroso .
El diario israelí Haaretz destaca declaraciones polémicas de altos funcionarios, como el ministro de Asuntos Exteriores, Israel Katz, quien ha exigido medidas drásticas en Gaza. Esto ocurre en un contexto de tensión, con propuestas de tregua por parte de Hamás ante la posibilidad de una invasión terrestre israelí .
La CPI no es reconocida por países como Estados Unidos, Rusia e Irán, pero aquellos que sí lo hacen podrían verse obligados a arrestar a los acusados si entran en sus territorios. Esto podría tener implicaciones como embargos de armas o sanciones económicas contra Israel .
En resumen, la situación plantea tensiones internacionales y desafíos legales para Israel y sus líderes frente a las investigaciones de la CPI sobre presuntas violaciones durante el conflicto con Hamás. Netanyahu y otros han rechazado vehementemente estas acciones, argumentando en defensa de la soberanía y el derecho a la autodefensa del país.