El candidato de Morena y de la coalición “Sigamos haciendo historia”, Alejandro Armenta Mier, está decidido a levantar y recuperar la capital del estado -gobernada por el PAN- a como dé lugar.
Y es que sabe perfectamente que el municipio de Puebla y la zona conurbada es el territorio donde está apostado y aferrado el panismo.
Tiene claro que la ciudad es donde se ubica el bastión de la oposición.
Es por ello que se ha concentrado y dedicado a hacer campaña en la capital, donde, por cierto, los candidatos del frente morenista nada más no han levantado como se esperaba.
Ni los candidatos a diputados locales, ni los federales han logrado colocarse en el gusto de la gente. De hecho, apenas Tony Gali, el candidato a diputado federal por el distrito 9 de Puebla, es quien ha despuntado.
La marca Tony Gali es la que vende, ni siquiera Morena ha logrado penetrar de la forma que se había calculado, y si a esto le agregamos que al partido de la 4T le está costando mucho trabajo invertir en propaganda para sus candidatos las cosas se les ponen más feas.
Por cierto, ¿quién estará manejando los dineros de la campaña de Morena y los del propio partido
Porque o lo están invirtiendo muy mal, o de plano lo están limitando, guardando o chiquiteando quién sabe para qué.
Y aunque todo mundo sabe que las elecciones no sólo se ganan con dinero, habrá que recordar que unos comicios exitosos tampoco se logran sólo con gente, sino más bien con una combinación de ambos recursos.
Cosa que parece no han entendido todos los candidatos morenistas.
Tal vez por eso Alejandro Armenta esté metido de lleno en la campaña de la capital, la cual pretende y está obligado a levantar para poder aspirar a ganar la elección vía la candidatura de Pepe Chedraui.
Sin embargo, parece imprescindible que los candidatos de Morena a diputados locales y federales se pongan las pilas y se dejen de tonterías, porque el PAN y sus abanderados les pueden ganar la partida.
Un ejemplo es Toño López, quien se ha dedicado más a hacerla de detective y de autoridad electoral que de candidato.
Está más preocupado en qué hace su contrincante José Juan Espinosa Torres, abanderado a diputado federal por el Distrito 11 en la capital, de la coalición que encabeza el PAN, “Mejor Rumbo Para Puebla”, que en meterle creatividad a su campaña.
Por este tipo de casos Alejandro Armenta se ha visto en la necesidad de recorrer la ciudad de Puebla, colonia por colonia y casa por casa, para levantar las campañas del resto de los candidatos de Morena, a quienes les ha tenido que hacer la chamba.
Y es que sólo así, hay muchos vídeos que lo demuestran, la gente responde.
El discurso de los abanderados morenistas al Congreso del Estrado y a la Cámara de Diputados federal difícilmente prende a los ciudadanos, quienes más bien acuden a los mítines si saben que Armenta va a llegar.
Al candidato de Morena al gobierno de Puebla es a quien le piden una foto, una selfi, a quien le entregan peticiones por escrito, a quien saludan, a quien ovacionan y vitorean, mientras que al resto de los candidatos no los pelan.
Tan sólo ayer, Armenta estuvo en la Unidad Habitacional de Xilotzingo, con Pepe Chedraui; en la colonia Constitución Mexicana, de la Junta Auxiliar de San Francisco Totimehuacán, con el candidato a diputado local por el distrito 20, José Luis Figueroa; y en el mercado Independencia y en la colonia Guadalupe Hidalgo, del sur de la ciudad, con Roberto Zataráin, candidato a diputado local por el distrito 19.
Y en todas, Alejandro Armenta es quien tiene el arrastre y quien marca la diferencia.
Así que el partido Morena o se aplica con sus candidatos o me parece que tendría que renovarse desde abajo hasta arriba.
No se ve por dónde esté apoyando a sus abanderados.
Y a Armenta tampoco le corresponde todo.
Al rato que no se quejen.
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