Reino Unido ha acusado a China de llevar a cabo ciberataques contra sus legisladores, en un incidente que subraya las crecientes tensiones geopolíticas entre ambas naciones. Esta acusación se suma a una serie de denuncias similares por parte de otros países, incluidos Estados Unidos y Nueva Zelanda, que han apuntado a hackers respaldados por el estado chino por sus actividades maliciosas en línea.
El viceprimer ministro británico, Oliver Dowden, declaró ante el Parlamento que “actores vinculados al Estado chino son responsables de dos ciberataques maliciosos contra nuestras instituciones democráticas y nuestros parlamentarios”. Estas acusaciones se producen en medio de una serie de crisis entre China y el Reino Unido, marcando un alejamiento significativo de la relación amistosa que existía anteriormente.
Estados Unidos también ha inculpado a siete ciberpiratas asociados al gobierno chino, acusados de intrusiones informáticas contra individuos y entidades críticas de China, así como contra políticos y empresas estadounidenses. Por su parte, Nueva Zelanda ha denunciado un intento de ciberataque respaldado por el Estado chino contra los servicios de su Parlamento en 2021.
Estas acusaciones han generado una escalada en las tensiones diplomáticas entre Reino Unido y China, así como con sus aliados. Ante estos incidentes, el gobierno británico convocará al embajador chino para rendir cuentas sobre la conducta de China en estos ataques cibernéticos.
Mientras tanto, el Ministerio de Relaciones Exteriores chino ha rechazado las acusaciones, instando a la presentación de pruebas objetivas en lugar de difamaciones infundadas. La embajada china en Londres calificó las acusaciones británicas como “completamente infundadas y calumnias maliciosas”, profundizando la tensión entre ambos países.