El Museo de Bellas Artes de Lyon se convirtió en el escenario de un acto de protesta sin precedentes este sábado, cuando dos activistas climáticas y sociales irrumpieron en una de sus salas y lanzaron sopa contra un cuadro del renombrado pintor impresionista Claude Monet.
Este incidente, que ha generado controversia y debate en el mundo del arte, representa un llamado de atención sobre la urgencia de abordar la crisis climática y la seguridad alimentaria.
Las activistas, miembros del grupo “Riposte Alimentaire”, han sido identificadas como las responsables de este acto de protesta, siguiendo los pasos de otros activistas que recientemente arrojaron sopa contra “La Gioconda” de Leonardo da Vinci en el Museo del Louvre de París.
En ambos casos, las obras estaban protegidas por cristales, lo que limitó el daño físico pero no impidió la acción simbólica.
El cuadro en cuestión, ‘Le printemps’ (La primavera), fue el objetivo de esta acción radical, que fue justificada por el grupo como un llamado desesperado a la acción frente a la crisis ambiental que enfrentamos. Según “Riposte Alimentaire”, “esta primavera es la única que nos quedará si no reaccionamos”, señalando así la importancia de preservar nuestro entorno natural para las generaciones futuras.
Cabe recordar que el grupo “Riposte Alimentaire” (Respuesta Alimentaria) aboga por una solución alternativa al reto climático y la seguridad alimentaria, proponiendo que la alimentación esté incluida en el régimen de la Seguridad Social como parte de una transformación integral de la agricultura hacia prácticas más sostenibles y equitativas para los profesionales del campo.
Este enfoque integral busca abordar tanto la crisis ambiental como las desigualdades sociales relacionadas con la producción y distribución de alimentos.