El panorama musical mexicano se ve ensombrecido con la trágica muerte de Chuy Montana, joven talentoso de tan solo 25 años, conocido por sus interpretaciones únicas en el género de corridos tumbados.
La vida del ntérprete fue truncada en circunstancias violentas en la carretera Tijuana-Rosarito el 7 de febrero, cuando su cuerpo fue encontrado con signos de violencia, incluyendo heridas de bala.
Chuy Montana, cuyo nombre real era Jesús Norberto Cárdenas Vázquez, inició su carrera cantando en las calles hasta que atrajo la atención del vocalista de Fuerza Regida, Jesús Ortiz Paz. Este último lo apadrinó y le abrió las puertas para unirse a la casa discográfica Street Mob Records.
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El informe inicial sugiere que Montana fue víctima de un secuestro, durante el cual intentó escapar lanzándose de una camioneta en movimiento, aún esposado. La disquera expresó su pesar a través de las redes sociales, pidiendo comprensión y respeto para la familia del artista en este difícil momento.
El género de corridos tumbados ha experimentado un auge significativo en la escena musical mexicana en los últimos años, y la pérdida de Chuy Montana deja un vacío en este panorama. Sus contribuciones artísticas y su ascendente carrera dejan una huella imborrable, recordándonos la fragilidad de la vida incluso en el mundo de la música.