En el municipio de Venustiano Carranza gobierna una sola familia, no importan los colores, el gobernador en turno o el presidente de la República, en esta demarcación de la Sierra Norte de Puebla importa el apellido: Valencia Ávila.
Así lo ha dejado claro esta dinastía. Veamos los trienios: de 2008 a 2011 fue alcalde Vicente Valencia Ávila quien llegó por el expartidazo, el PRI. Al salir Vicente, gobernó en el trienio de 2011 a 2014 Jorge Alejandro Valencia Ávila, también por el partido tricolor.
Cuando fue el cambio en los ayuntamientos para empatar las elecciones con las federales y por única vez existieron gobiernos municipales de 4 años 8 meses, Rafael Valencia Ávila fue alcalde, como siempre, iría por las filas del PRI, pero en plena campaña de Tony Gali para la minigubernatura, la familia dejó el PRI y desde ese momento se convirtieron en panistas.
Después, en 2018, volvió a competir Vicente Valencia Ávila, pero de nueva cuenta por la coalición que encabezó y ganó el PAN; dejó en el camino a Ernesto García Rodríguez, de Morena.
En la elección de 2021 hubo revancha y, finalmente, con el apoyo del barbosisimo, ganó Ernesto García Rodríguez. Sin embargo, la familia Valencia busca volverse a colocar en 2024.
Usted dirá ¿ahora quién sigue?
Claro, alguien más de la familia, el hermano que falta, el menor de todos no ha sido presidente municipal, pero ya se alineó con la campaña de Eduardo Rivera Pérez, se trata de Marco Valencia Ávila. Hermano, claro, de Vicente, Jorge, Rafael y de la actual diputada local del PAN Patricia Valencia Ávila.
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Sindicato tiene un fondo de resistencia
Hace 11 días estalló la huelga en la automotriz Audi; en términos de semanas laborales, van dos periodos en los que los 4 mil 159 técnicos no han cobrado su sueldo.
Los trabajadores se mantienen en resistencia, hacen sus guardias y entre ellos se ponen de acuerdo para trasladarse bajo sus propios medios y recursos hacia la planta automotriz ubicada en el municipio de San José Chiapa.
Esta época que se vive en la automotriz de lujo en Puebla es de aguante, una de las dos partes, empresa o sindicato, debe resistir para hacer que el de enfrente acepte las condiciones y se regrese a la normalidad.
De acuerdo con el calendario de producción de la empresa, todo este periodo podría considerarse como paro técnico. Pero los 4 mil 159 técnicos van por su tercera semana sin sueldo y no se prevé que se pueda arreglar antes, porque la empresa y sindicato lanzaron hasta el viernes 9 de febrero la votación para saber si la plantilla laboral aceptaba el .5% más que ofreció la compañía alemana.
Es decir, los trabajadores votarán si aceptan el 5% directo al salario el mismo día en el que deberían recibir el pago de su semana, día estratégico.
En medio de este escenario hay una variable que no se ha considerado: el Fondo de Resistencia.
En los estatutos del Sindicato Independiente de Trabajadores de Audi de México se considera en el Artículo 52 que las cuotas se destinarán entre otras cosas para “constituir el fondo de resistencia”.
En el Artículo 41 se habla de la Comisión de Fondo de Ahorro, que es quien recaba semanalmente las aportaciones de los trabajadores, hace los depósitos en una institución bancaria “procurando de inmediato que el dinero depositado obtenga algún interés”. El interés que se genere, se especifica en el Estatuto, se irá acumulado al fondo de resistencia ya existente.
Entonces, el sindicato de Audi, que desde el 3 de noviembre encabeza César Orta Briones, tiene un fondo de resistencia, el cual sale de las aportaciones semanales que van desde 50 pesos y hasta 110 pesos de cada uno de los 4 mil 159 agremiados. Además, se tienen los intereses del fondo de ahorro.
Aunque el líder sindical nunca ha transparentado el uso de las cuotas del sindicato, se calcula que durante los tres años que tiene César Orta al frente del Sitaudi ha manejado un promedio de 45 millones de pesos. Dicha cantidad seguramente ha dejado intereses que en este momento le vendrían muy bien al gremio para resistir.
Las cuentas son así: si a cada uno de los 4 mil 159 sindicalizados se le retiran 50 pesos semanales, al año se juntan 10 millones 400 mil pesos. Debido a que el tabulador salarial de la empresa es de nueve escalones, a algunos les llegan a quitar hasta 110 pesos semanales.
Entonces, el presupuesto promedio anual que maneja el Sindicato de Audi es de 15 millones de pesos.
Está bien que la base laboral tenga el ánimo de resistir, pero la historia reciente demuestra que su líder carece de legitimidad, honestidad y transparencia. Tal situación ha sido utilizada por la empresa, pues el propio presidente de Audi México, Tarek Mashhour, se dirige a los trabajadores, ante la falta de claridad y seguridad de su líder sindical, lo que siembra una duda justificada en el bolsillo de cada uno de los 4 mil 159 trabajadores.