En respuesta a la denuncia por genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel, la Corte Internacional de Justicia determinó solicitar al país judío que tome medidas para evitar un genocidio, pero descartó ordenarle un alto al fuego, como lo solicitaba el denunciante.
El máximo tribunal de las Naciones Unidas no desechó los cargos de genocidio contra Israel, sin embargo, la resolución del caso entraña un largo proceso que podría durar varios años.
Este viernes, en una primera respuesta a la demanda de Sudáfrica, la Corte solo exigió a Israel tomar las medidas necesarias con el objetivo de que no se cometan actos de genocidio contra el pueblo palestino durante su ofensiva militar en Gaza.
Sudáfrica había solicitado a la Corte, con sede en La Haya, Países Bajos, en tanto se desarrolla el caso, imponer a Israel, “con extrema urgencia”, medidas provisionales tendientes a proteger a la población civil palestina.
“El tribunal es muy consciente del alcance de la tragedia humana que se está desarrollando en la región y está profundamente preocupado por la continua pérdida de vidas y el sufrimiento humano”, manifestó Joan E. Donoghue, presidente de la corte.
El tribunal ordenó seis medidas provisionales para proteger a la población civil en Gaza, y aunque estas son jurídicamente vinculantes, no hay garantía de que Israel las acate.
Durante los ataques de las fuerzas armadas israelíes han muerto más de 26 mil personas, la mayoría de ellas niños y mujeres, en un conflicto que ha provocado una grave crisis humanitaria en la Franja de Gaza.
Tras enterarse del fallo de la Corte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, calificó de “escadalosas” las acusaciones de genocidio y las rechazó tajantemente; asimismo, aseguró que la guerra continuará y hará “lo que sea necesario para defender a nuestro país y defender a nuestro pueblo”.