La Liga Nacional de Consumidores de Estados Unidos (NCL), organización encargada de la defensa de los consumidores en Estados Unidos informó que presentó una demanda contra la compañía Starbucks alegando que está haciendo afirmaciones falsas y engañosas sobre la obtención “100 por ciento ética” de café y té.
La NCL presentó pruebas generalizadas de que la empresa depende de granjas y cooperativas que cometen graves violaciones laborales y de derechos humanos.
La demanda señala que Starbucks ha pretendido responder a la voluntad de sus consumidores de tener prácticas corporativas responsables, lanzando una campaña por varios años para posicionarse como líder en la obtención ética de café y té, incluso desarrollando sus propios estándares de verificación denominados “Prácticas de Equidad para el Café y los Agricultores (C.A.F.E.)”.
A través de un video promocional destaca que durante la temporada navideña de 2023, un portavoz de Starbucks afirma que cuando bebe café de Starbucks, “sabe que fue obtenido éticamente”.
De acuerdo a la demanda, la publicidad de la empresa engaña a los consumidores y no revela la obtención generalizada de café y té de granjas y cooperativas con historial documentado de trabajo infantil, trabajo forzado, acoso sexual, agresiones y otras violaciones de derechos humanos.
Sally Greenberg, directora ejecutiva de la LNC, afirma:
“Los hechos son claros: hay abusos significativos de derechos humanos y laborales en toda la cadena de suministro de Starbucks, y los consumidores tienen derecho a saber exactamente por lo que están pagando. La NCL está comprometida a exponer y frenar estas prácticas engañosas y responsabilizar a Starbucks por cumplir con sus afirmaciones”.
La NCL asegura que durante la última década, una amplia gama de investigaciones realizadas por agencias gubernamentales y periodistas ha descubierto un claro patrón de abusos laborales y de derechos humanos en las granjas y cooperativas preferidas por Starbucks, incluso en aquellas que han obtenido la certificación “C.A.F.E. Practices” de la empresa.
En la plantación James Finlay en Kenia, una fuente de té de Starbucks, periodistas encubiertos de la BBC expusieron un abuso sexual generalizado, incluido el hecho de que los supervisores obligaban a mujeres a tener relaciones sexuales a cambio de trabajo.
En la finca Mesas en Brasil, certificada por Starbucks, en 2022 los agentes del orden público rescataron a 17 trabajadores, incluidos jóvenes de 15, 16 y 17 años, de condiciones similares a la esclavitud, que incluían trabajo al aire libre, sin protección contra los elementos, y que requería que los trabajadores levantaran sacos de café que pesaban más de 130 libras.
Mientras que, en tres fincas certificadas por Starbucks en Guatemala, Channel 4 encontró niños menores de 13 años trabajando 40 o 50 horas a la semana.
A pesar de que Starbucks ha sido informado repetidamente de los abusos generalizados, la empresa no ha respondido con acciones significativas.