Pasto sintético levantado, baches, falta de luz o porterías defectuosas son las condiciones en las que se encuentran en la capital poblana muchas canchas de futbol que, tal y como denunciaron sus usuarios, no reciben ningún tipo de mantenimiento o reparación por parte del Ayuntamiento de Puebla.
Jugar un partido de futbol en la cancha del Parque de la colonia de Bosques de San Sebastián se puede convertir en una actividad de riesgo. Además de luchar por conseguir el balón, los futbolistas aficionados -muchos de ellos niños y adolescentes- deben fijarse en no resbalar con uno de los baches causados por el levantamiento del pasto sintético que plagan el campo.
“Es un riesgo para los chavos”, explicó Jorge Sánchez, árbitro de uno de los partidos que ayer se jugaban en la cancha. “No se le puso una capa de cemento, se levanta todo y así llevamos más de medio año”.
Los entrenamientos y partidos que cada día se celebran en la cancha, rehabilitada en diciembre de 2011 por la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) y el Ayuntamiento de Puebla en el marco del “Programa de rescate de espacios públicos”, deben interrumpirse al caer la noche. “No hay luz tampoco, es un peligro”, refirió el poblano interrumpiendo momentáneamente el arbitraje del partido.
Más allá de los riesgos denunciados por los propios jugadores, la preocupación de muchos de los padres que comparten el espacio del parque, es que un balón perdido golpee a los más pequeños. “Pueden jugar al futbol pero luego los balones se salen”, explicó Patricia Galindo, madre de dos niños pequeños, mientras señalaba las grandes brechas que sufre la malla de ambas porterías.
Llena de desperfectos se encuentra también una de las dos canchas de futbol que utilizan los vecinos de la colonia Manuel Rivera Anaya. Mientras que una de las explanadas, explicó Alejandra González, madre de uno de los adolescentes que ayer participaba en el torneo, fue arreglada hace un año por los propios vecinos, la otra permanece aún con el pasto sintético levantado en muchas zonas.
“YA NO QUIEREN JUGAR ASÍ, PREFIEREN IRSE FUERA”
“Ya no hay muchos partidos, no quieren jugar así, prefieren irse fuera”, lamentó Alejandra mientras indicaba con su propia mano las partes del pasto más deterioradas. “Han improvisado como parches, pero aún -los baches- miden más de un metro”.
Ambas canchas, inauguradas durante la administración municipal encabezada por Blanca Alcalá Ruiz, se oscurecen por la noche ya que, de acuerdo a la denuncia de Eduardo Espíndola, sólo dos de las luminarias que rodean el recinto se encuentran en funcionamiento.
“Si pisas mal o te llegas a enredar -con el pasto sintético levantado-, te puedes hacer mucho daño. Está medio peligroso”, señaló el joven poblano mientras esperaba ayer su relevo para entrar a jugar al partido.
El mal estado de las canchas de futbol es también habitual en la Unidad Habitacional La Flor donde, desde hace aproximadamente un año, los usuarios se han resignado a jugar entre hoyos. “Hace un año hubo un hoyito y después se empezó a levantar el pasto sintético”, explicó Ángel Coc, entrenador de uno de los equipos femeniles del lugar.
Los desperfectos de la cancha, construida durante la administración municipal de Blanca Alcalá Ruiz y cercada después por el edil Eduardo Rivera Pérez, han obligado a muchos jugadores a trasladar sus entrenamientos a otros recintos en mejores condiciones como el Parque Ecológico. “Acá no los traigo por las condiciones. Varios se han atorado en la alfombra”, explicó Juan Montes, entrenador de un equipo infantil que ayer jugaba un partido.
La oscuridad también envuelve el recinto deportivo en cuanto cae la noche. “-Las luminarias- ya no funcionan, nadie ha venido a preguntar, no se han dignado a hacer ninguna reparación”, se lamentó Ángel.