En el añejo edificio de Insurgentes Norte, en la Ciudad de México, sede del PRI nacional, se analiza seriamente que la candidatura de primera fórmula al Senado de la República en Puebla, que tiene ese partido en la alianza con PAN y PRD en el Frente Amplio por México, sea para una mujer.
El pleito cantado por esa postulación entre el diputado local Jorge Estefan Chidiac y el presidente del Comité Directivo Estatal (CDE), Néstor Camarillo, también legislador, se advierte insalvable.
Se ha calculado que tendría funestas consecuencias para la unidad tricolor en Puebla.
Un choque entre ellos dividiría y podría desmantelar lo que queda del ya menguado priismo poblano.
En el papel, se supone que Jorge Estefan Chidiac, coordinador legislativo priista en el Congreso local, es el “candidato natural” a esa posición.
La ha buscado toda la vida.
Él siente, y tiene voces que coinciden, que la merece.
Pero el jefe nacional del PRI, Alejandro “Alito” Moreno, lo acusa de “incumplimiento de palabra”.
“Alito” se refiere al acuerdo que hace casi un año, en diciembre de 2022, había entre el entonces secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, y los dirigentes del PRI y PAN (Marko Cortés) para imponer al diputado federal Ignacio Mier o a alguien afín a este como sustituto del fallecido gobernador Miguel Barbosa Huerta.
Jorge Estefan Chidiac había aceptado dicho acuerdo, durante una reunión en Bucareli, pero saliendo de la misma, apagó el teléfono celular y ya no tomó ninguna llamada ni de “Alito” ni de Adán Augusto López.
Y es que Jorge Estefan Chidiac ya traía todo para impulsar a su entonces compañero diputado Sergio Salomón Céspedes Peregrina como el relevo de Barbosa Huerta.
Y operó en consecuencia, tanto que se salió con la suya y hoy tiene tanto poder e influencia que muchos le siguen llamando el “vicegobernador” –con todos los asegunes del caso.
Por eso “Alito” le ha perdido confianza y le reprocha que no cumple su palabra.
A todo ello hay que sumar la fuerza que, para sorpresa de propios y extraños, ha logrado acumular Néstor Camarillo ante el citado “Alito” Moreno.
Es uno de sus preferidos.
Son socios en muchos temas.
Algunos inconfesables, como el relatado aquí el pasado viernes.
Además, hay versiones de que la cúpula panista poblana –en especial el alcalde Eduardo Rivera Pérez– apoya a Néstor Camarillo para que ocupe esa posición.
De modo tal que, para desactivar ese pleito, en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) se ha puesto sobre la mesa otorgar la candidatura a una mujer.
Se trata de un pase directo al Senado, porque incluso perdiendo la elección en las urnas, quien encabece la fórmula entraría como primera minoría.
La veladora prendida la tienen varias damas en el tricolor.
En los primeros días de 2024 habría una definición.
Porque ya desde ahorita es seguro que Jorge Estefan Chidiac y Néstor Camarillo no se pondrán de acuerdo.
Blanca Alcalá, al equipo de Xóchitl
Hablando de mujeres, la diputada federal poblana Blanca Alcalá fue presentada como integrante del equipo de la precandidata presidencial del Frente, Xóchitl Gálvez.
Estará encargada de los Asuntos Migratorios para la precampaña de la senadora panista.
Alcalá ocupa esa misma cartera en el CEN de su partido, por lo que se intuye que su experiencia en la materia es vasta.
Aunque se trata, en el contexto de las labores de la campaña aliancista, de una posición aparentemente menor, su sola inclusión es una deferencia que debe leerse bien.
Sobre todo, ahora que tanto hacen falta candidatas mujeres con experiencia.
Por ejemplo: no hay que olvidar que ella ya fue senadora.
Blanca Alcalá es la única poblana en el equipo de precampaña de Xóchitl Gálvez.
Por parte del PRI o PAN de Puebla, no hay nadie más.
No es cosa menor.
¿Armenta desfondará al PRI?
Muy poco se ha reflexionado en la alianza del Frente Amplio por México del daño que pude hacerles la virtual candidatura de Alejandro Armenta por Morena a la gubernatura.
En las filas de la coalición PRI, PAN y PRD, la mayoría pensó que el elegido por el lopezobradorismo para Puebla sería Ignacio Mier, pero fallaron sus pronósticos.
Si alguien puede hacerle daño al tricolor, por su pasado en ese instituto político y por las simpatías que conserva ahí, es Armenta.
Muchos de los presidentes municipales del tricolor, que suman alrededor de media centena en el estado, solamente estaban esperando esa postulación para definir si se quedan o se van del ex partidazo.
En los primeros días de 2024 habrá muchas noticias.
Buenas para Morena y Alejandro Armenta.
Pésimas para el PRI.
O, más bien, lo que queda del PRI.